Los nuevos parques eólicos
El último grave atentado al medio ambiente del gobierno que preside el señor Areces ha sido la autorización de, nada menos, que 40 nuevos parques eólicos en Asturias. Es de locos que, cuando hay una gran resistencia a las nuevas líneas de alta tensión que se quieren implantar, e incluso el presidente asturiano tiene que ir a reñir (no están de acuerdo) a sus compañeros del PSOE de León, en la fiesta de Rodiezmo, que cuando hay en proyecto nuevos grupos térmicos de ciclo combinado, la regasificadora del Musel, etc, que cuando, en fin, Asturias es ya muy excedentaria en producción eléctrica, se aprueben decenas de nuevas instalaciones eólicas que poblarán los montes del cada vez menos Paraíso Natural. No esperamos ver las declaraciones críticas de esos falsos ecologistas instalados desde hace tiempo en el pesebre y de los que cuestionaban la posibilidad de aerogeneradores en los nuevos diques del superpuerto, los mismos que aplauden, hasta con las orejas, los proyectos termoeléctricos que el gobierno del Principado y el virrey Villa nos van a imponer. Asturias ya es la región con el aire más contaminado de España y una de las que, con los gobiernos de Tini mayor deterioro medioambiental ha sufrido. Los que quieren seguir apostando por el carbón y pretenden que todos los españoles paguemos el almacenamiento de los excedentes que nadie compra, en una nueva empresa pública almacén (el carbón importado es mucho más barato) aunque superemos en más de un 300 % las emisiones de CO2 que autoriza el Protocolo de Kioto, los que pretenden arrasar nuestro montes no solo con los parques eólicos, sino con toda la infraestructura asociada, desmontes, nuevos caminos rurales, etc, los que han permitido la instalación de un planta química en Tamón que elabora productos de altísima peligrosidad, los que no hacen nada para obligar a minimizar las emisiones a la atmósfera de térmicas, papelera de Navia, Arcelor, etc, o a las aguas como Asturiana de Zinz, Hidroeléctrica del Cantábrico al río Aboño, etc, esos y los que les aplauden las gracias deben responder ante la ciudadanía y explicarnos cuales y de quién son los intereses que se ocultan detrás de ese prurito energético opuesto al sentido común y a lo que quieren los asturianos. Son los mismos que permiten la extracción de algas por arranque, (refugio de alevines y nido para las puestas de peces y mariscos) cruzan a nuestras osas autóctonas con osos de otras razas (Furacu) para convertir nuestra fauna en un circo, organizan matanzas de los últimos lobos que nos quedan o no prohiben la pesca de la angula, aunque la anguila, en Asturias, está ya al borde mismo de la extinción. En los países civilizados solo se autorizan ya los parques eólicos en el mar, generando zonas libres de explotación pesquera que es otro de los gravísimos problemas que estos progresistas de pacotilla no tienen valor para acometer.
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