La odisea griega y el rapto de Europa por los mercados
Después de seis años de recortes brutales, la economía griega no sólo no se recupera, sino que se hunde cada vez más, por tanto la política de recortes no sólo no está dando resultado alguno, sino que está perjudicando a toda la eurozona. Las condiciones impuestas no dejan crecer y, por lo tanto, no dejan pagar la deuda, creándose una irracional espiral que no beneficia a nadie y hace sufrir a mucha gente innecesariamente. No se puede pretender que una persona sin oxígeno corra para llegar a una meta, en este caso la devolución de un préstamo, o que un muerto resucite y trabaje para pagar sus facturas. Y la gente se pregunta ¿entonces cómo es posible que ocurra esto con los supuestos préstamos que se les están dando?, y la respuesta es que estas ayudas no llegan en su mayoría al Estado heleno, sino que van directamente al pago de los altos intereses de las entidades financieras; por ello el PIB, a pesar de las ayudas, ha disminuido ya un 25 por ciento. Así, por ejemplo, de los 26.000 millones que dejó España a Grecia, sólo llegó a los griegos el 9 por ciento; el resto se dedicó a pagar a los bancos y sus intereses abusivos. Y aun más, estas medidas de recortes de la "Troika" no sólo no provocan un descenso de la deuda, sino que la aumentan cada vez más, al provocar un descenso del crecimiento griego, crecimiento que sería la única forma de poder pagar. Los estados no pueden reducir su déficit si la economía no crece. Es decir, a Grecia se le está diciendo cómo devolver algo de una manera en que no puede devolverlo. Hoy la riqueza destruida en Grecia con los recortes es mayor que la riqueza destruida en Francia y Alemania en la I Guerra Mundial; se ha creado con los recortes el mayor desastre social que se conoce en Europa Occidental desde 1945. Es imposible pagar tal deuda y a la vez reactivar la economía griega.
Entonces, la pregunta es ¿por qué les piden esto si es aparentemente un suicidio económico y es inútil? El objetivo es implementar el llamado sistema-deuda para seguir aumentando los intereses de los acreedores; y la intención última es, al no poder pagar la deuda en efectivo, hacerse por muy bajo precio con los bienes estatales públicos, privatizándolos, y dominar el país.
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