Edad Media, siglo XXI y UE
En el siglo IX, aunque siga en Oriente el Imperio bizantino, el Imperio romano ha desaparecido. La Iglesia de Roma continúa manteniendo lazos y redes, pero necesita protección. Algunos bárbaros se han hecho cristianos y es precisamente en los bordes del imperio de reciente cristianización donde mejor perdura: Irlanda, Britania, la Galia y el norte de Hispania. El resto está sumido en el vandalismo y la barbarie. Roma, acosada por los lombardos, pide ayuda. En esas condiciones, la Iglesia de Roma intenta estimular la unión europea ungiendo emperador a Carlomagno, busca garantizar su protección permanente. En el norte de Hispania, en el reino de Asturias, Alfonso II ha elevado a milagro el hallazgo del sepulcro del Apóstol Santiago en el lugar que llevará el nombre de Compostela y recorre el camino desde su corte, para abrir cauces a los ríos de peregrinos que comunicarán entre sí los pueblos de Europa, que permitirán que la influencia de la cercana Toledo se propague. Toda la Hispania y el mar Mediterráneo están ocupados por los sarracenos y hasta el sur de Francia sufre sus incursiones. Carlomagno se propone tomar Pamplona y Zaragoza, pero su retaguardia es masacrada en Roncesvalles y desiste. A su muerte, todo su imperio queda dividido en tres trozos entre sus nietos: por un lado, Francia, al Oeste; por el otro, Germania, al Este; en medio, entre ambas, una franja desde la mar del Norte hasta los Estados Pontificios en Italia: la Lotaringia. Desde entonces, esa franja fronteriza es motivo de disputas y aún hoy se la reconoce. Mientras, en el norte de España, en el Reino de Asturias, se prosigue con la Reconquista de Hispania. Los sajones, que habían ocupado Gran Bretaña, tienen que defenderla de los normandos que se instalan en Francia y que acabarán ocupando su trono. En los confines del este de Europa, el pueblo ruso funda la República medieval de Novgorod, con cabeza ejecutiva en un arzobispo, y se extiende hacia el Sur y el Oeste configurando la actual Rusia. Entre tanto, Bizancio aguarda a ser islamizada junto a todo su imperio. En aquella época el pueblo llano, indefenso ante tanto desorden, pidió ayuda a los señores de la guerra de su comarca para sobrevivir y quedó así atrapado entre sus manos supuestamente nobles, pero realmente tiranas de los señores feudales. Ésta es la herencia de Carlomagno que llega a nuestros días.
¿Por qué no somos capaces de crear una auténtica Unión Europea y nos dejamos de historias? Podemos decir que desde entonces el pueblo llano europeo aguarda su defensa bajo una única y auténtica Constitución europea al modo de los EE UU de América. En la Edad Media hubo de solicitar ayuda a los señores de los castillos para sobrevivir, y quedamos atrapados entre sus manos; ahora debemos hacerlo a los bancos, quedando igualmente atrapados. Antes el tema era la nobleza, ahora es la economía. ¿Por qué no aprendemos el significado de la palabra cooperación y nos unimos para el progreso de todos?
Nos hemos equivocado con el problema del pueblo griego (incluso el español). Pues sin actividad y empleo para todos, no hay orden ni progreso. Centrémonos en la formación y la producción, olvidemos la especulación; si no, será la Edad Media quien vaya ganando en esta historia y nos arrepentiremos.
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