Las contradicciones de IU ante el nuevo ciclo político
Asistimos a un profundo cambio político motivado por la irrupción de Podemos. El cambio no depende de que esta fuerza gane las elecciones generales, sino que el cambio ya está aquí. Todos los partidos han adoptado ya reformas en su funcionamiento interno y en sus mensajes e incluso en sus líderes, que están directamente relacionados con la aparición de Podemos. Muchos de esos cambios son mera imitación: los líderes son más jóvenes, la vestimenta es más informal, abunda la camisa remangada, se anuncian "primarias abiertas", políticas para la gente, regeneración, combate a la corrupción y otras palabras fetiche que se han puesto de moda. Se puede afirmar que Podemos ha aparecido para sacudir una obra de teatro en la que actores, guión, escenario e incluso crítica estaban ya escritos y ha puesto todo patas arriba. Por eso todos se han puesto las pilas y están intentando no quedar fuera de la nueva función que se está gestando. Sin duda, quien tiene las cosas más difíciles es IU, porque gran parte de su espacio y su discurso se la ha robado Podemos, que, además, parece una marca más atractiva. Es curioso oír hablar a los líderes de Podemos con unos planteamientos en los que parece que hasta su llegada nadie había defendido lo público, o la inoperancia de las reformas laborales para la creación de empleo, o criticado las políticas de la austeridad o el sistema financiero y la permisividad con las trampas de los bancos, o que nadie había denunciado la corrupción. Pablo Iglesias elogia a Julio Anguita, o más recientemente a Alberto Garzón, pero ningunea a IU o incluso la desprecia abiertamente. Pero IU estuvo muchos años sola ante el consenso de todas las demás fuerzas políticas, con un amplio despliegue territorial de gentes con experiencia en multitud de batallas, con una trayectoria de entrega en la lucha por la democracia, con fuerte arraigo en el PCE y con una capacidad de movilización que el movimiento iniciado con Podemos no se puede permitir el lujo de no incorporar a esta nueva fase de la lucha de clases. Lo que está pasando en Grecia nos indica que no bastará con ganar las elecciones para frenar las prisas del capital por incrementar su tasa de beneficio.
En Oviedo muchos antiguos votantes, simpatizantes y militantes de IU han empezado a trabajar bajo esta lógica desde Somos (IU de Oviedo abrió sus puertas a los militantes del PCA cuando ya todo estaba cerrado en las candidaturas y programas municipales). Los resultados despertaron la ilusión de amplios sectores sociales y se llegó a un acuerdo que la FSA intentó dinamitar. Se sorteó este escollo con generosidad, inteligencia y visión de estado, cuando Somos e IU votaron la candidatura de Wenceslao López, salvando así el acuerdo y haciendo realidad la ilusión despertada. Ahora toca llevarlo adelante, construir sociedad civil desde las organizaciones que gobiernan el Ayuntamiento, pero también desde los barrios, en las asociaciones, en el entramado social de Oviedo. No será fácil, pero es nuestro deber intentarlo y los primeros que tienen que estar a la altura son los que ocupan responsabilidades en las fuerzas políticas concernidas, que deben mandar obedeciendo. No es un buen ejemplo para la construcción de ese tejido social, esencial para la alternativa, que una de las fuerzas políticas de gobierno, IU, ayude a otra que por primera vez tendrá que ser oposición, el PP, a conseguir alguno de sus objetivos, incluso aunque hubiera coincidencia puntual. Del mismo modo que no fue bueno para ese movimiento de resistencia frente a las políticas neoliberales pactar con el partido de la corrupción integral los Presupuestos de 2014 y 2015, como hizo la IU de la Corporación anterior. Esperemos que IU entienda que, frente a lo que hacen otros partidos, no puede cambiar sólo en lo cosmético, que tiene que coger el tren del cambio político que ya ha empezado, el que está intentando liderar Alberto Garzón. De lo contrario, veremos cómo los líderes de IU que se enroquen en el regate corto ejercerán de tristes ejemplos de la "Ausencia" de Lope de Vega:
"Ir y quedar, y con quedar partirse,
partir sin alma e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse".
Ignacio Loy es miembro del PC y de IU en Oviedo
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