¡Los incorruptibles!
Que nadie siga leyendo si cree que aquí voy a tratar de películas de ciencia-ficción o de utopías irrealizables. Nada de eso. Los incorruptibles son una nueva casta (en el mejor significado del término) que estaba durmiente en la cultura occidental, que además sirvió de útero donde han podido anidar y desarrollarse, sin riesgo a ser extraídos con ninguna técnica similar a la abortiva. Así, el tiempo de madurez y la corrupción fueron quienes excitaron los pródromos del parto.
Y aquí están. Y vienen para quedarse bajo las denominaciones de Podemos, Somos, Ganemos, Moviment, Canvien, Barcelona en Común, Xixún SÍ Puede, y un variopinto etcétera bajo la figura de un inmaculado mesías también incorruptible, de nombre conocido en la historia muy reciente de España: Pablo Iglesias. Y lo hacen porque la cultura occidental, no otra, los necesita. Y dado que son incorruptibles traen a su vez una nueva ética y una revolucionaria moral pública y privada; además de encarnarse en ellos la verdadera libertad, que librará de los corruptos al mal llamado Estado del bienestar y de sus víctimas, que no son otras que los más necesitados o, como se dice ahora, los más vulnerables.
Si la expansión de Occidente con su cultura y su filosofía se realizó a través de los siglos desde la antigua Europa hasta la nueva América, ahora se hace de una forma regresiva, donde los filósofos, pensadores e intelectuales ya no son los de la Grecia clásica, ni los de la cultura grecorromana o cristiana, que al parecer han sido los causantes de esta denigración social, política y económica. Ahora son los Mújica uruguayos, los Evo Morales bolivarianos, los Ortega nicaragüenses, los hermanos Castro cubanos y los Che Guevara, encaramados en casi todos los países sudamericanos.
Saben cómo terminar con la corrupción y con los corruptos, pues ellos nacen impolutos e inmaculados, además de vacunados contra esta lacra que es ya la Europa y la cultura occidental.
También saben cómo terminar con las desigualdades sociales, y me atrevo a decir que hasta con las genéticas, y cómo construir un paraíso ¡aquí, ya y ahora! Por eso, y para eso, han hecho sus experimentos en América Latina, donde han llegado hasta lo más profundo de su cultura indígena, que habían casi transformado en su totalidad quienes les colonizaron. Para ello sus maestros no dudaron en utilizar la violencia y las armas para el fin que pretendían (aquí sí que el fin justificó los medios). Desde Sendero Luminoso, Tupamaros, Sandinistas y los Che, no han parado hasta conseguir que uno o todos llegasen al poder: Mújica por los Tupamaros, Ortega por los Sandinistas y los Castro por el Che, por citar algunos ejemplos...
Menos mal que para el futuro de mis hijos y el mío han llegado demasiado tarde. No así, quizá, para mi nieto y para otros hijos o nietos en edad de ser embaucados en tan tamaña mentira. ¡Padres, id tomando buena nota!, vale más pasar hambre uno que enviar a los hijos, aunque sea a comer, donde no están seguros. Aunque la música ya la conocemos, es la letra la que cambia. Que no se erijan en infalibles, que desde que el mundo es mundo los seres humanos somos ante todo y sobre todo humanos, con nuestros defectos y con nuestras virtudes. Por eso mi consejo es el de más Platón y menos Prozac.
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