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La hipocresía de los animalistas

20 de Julio del 2015 - José Viñas García (Oviedo)

La hipocresía en esto de la defensa de los animales llega a ser tan evidente que el ridículo está servido en bandeja por los mismos animalistas. Salvo que los intereses personales se antepongan como todo parece al sentido común que debe imperar en todo lo relacionado con prejuicios y moralinas. Se manifiestan por el maltrato hacia unos animales, pero resulta que esos mismos se van a la sidrería o marisquería de turno a pegarse una comilona de animalitos que cocinan vivos, o matan moscas porque les molestan a ellos. Al mismo tiempo que quieren introducir osos dentro de los montes de Asturias, para perjudicar seriamente la vida en los pueblos y fastidiar a ganaderos y agricultores de lo que dan de comer a sus hijos, ¡ya les vale!: si quieren ositos, llévenselos a su jardín con sus retoños, ¡caray!

Los montes de Asturias distan a poca distancia de ciudades y villas, no digamos de pueblos que se dedican y viven del campo y la ganadería, lo cual cualquiera puede apreciar que no es lugar apropiado para tener oseras tan cerca, ya que, además del perjuicio económico a muchas familias, también les han fastidiado la tranquilidad, no sólo al ir al monte, es que a los ositos se les ve cerca de los pueblos, lo cual la tragedia en cualquier momento está servida. Son osos que no temen a las gentes; dígannos, ilumínennos, asesórennos, si una persona, un niño se encuentra de frente en un camino con ese monstruo, ¿que pasará?, ¿qué tiene que decirle al oso para que no le dé un zarpazo o le coma entero?

Si ya tenían problemas con lobos y jabalíes, ahora estos animalistas les meten osos; ¿se harán responsables los que tanto defienden y alardean de semejante bicho cuando ocurra un percance?, que, como vimos en Santander, ya sucedió, y para justificar ese ataque dicen que puso una lata de sardinas para sacarle una foto (algo que el afectado desmiente), pero imaginen que suben al monte o están en el portal de casa, ¡no se les ocurra comer sardinas en lata! Esto es como para reírse sin enmienda, si no fuera cosa tan seria.

¡Ya está bien de alarmarse por temas de animales y resulta que por lo mismo hacia personas no les resulte tan cruel!

No hay que maltratar animales, pero si defienden a unos, háganlo con todos, sean considerados con ustedes mismos y aliméntense sólo de rocas y tierra, ya que los vegetales tienen vida, no sabemos si sufren; por si acaso, mejor absténganse de comer lechuga o quitar una pera al olmo, ya que cuando sus bocas les hincan el diente puede que no estén muy de acuerdo, aplicando simplemente los mismos argumentos que ustedes aplican en esa hipocresía interesada. Y ¿no les parece que hay personas, sobre todo mayores y ancianos, que abandonamos y maltratamos sin verlos tan afectados? Si todos hiciéramos una defensa tan a ultranza de las personas ancianas como ustedes la hacen con ciertos animales, les aseguro que su existencia ya habría tenido un sentido práctico, humanista y animalista.

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