La sextaferia
En fechas no muy lejanas, en los pueblos de muchos concejos de Asturias, como fueron Teverga, Quirós, Somiedo, Campo de Caso y un largo etcétera, los ciudadanos se reunían en asambleas para organizar cuadrillas de trabajadores, que, generalmente, al frente de ellas estaba un dirigente que se ocupaba del control y dirección del grupo. Este sistema de control y reparación de montes y caminos perduró en nuestros concejos asturianos a lo largo de muchos años y, especialmente, cuando llegaban los meses de abril y mayo, donde las sextaferias se acentuaban por el problema del arrastre de la hierba, la trashumancia del ganado y también para la corta de los montes y el arrastre de la madera.
Todo este movimiento organizativo de las sextaferias daba vida, mucha vida, a los pueblos y sus gentes, que cantaban por los caminos en una convivencia alegre.
Hoy todas estas vivencias se van perdiendo y nada queda de aquellos irrepetibles años en nuestros caminos y pueblos, que tal vez serán irrecuperables a consecuencia de varias circunstancias que serían largas de mencionar aquí.
Pero lo que sí se puede hacer hoy, y pregunto ¿por qué no se está haciendo ya?, es el dotar a los ayuntamientos asturianos de unos presupuestos que sólo tuvieran un fin, la recuperación de los montes y caminos de las zonas rurales asturianas. Este presupuesto tendría que salir de los Presupuestos de las autonomías o del Gobierno central; ¿acaso si esta iniciativa se diera no sería uno de los puntos para reducir el paro y a la vez recuperar tanto como llevamos perdido en nuestros montes y caminos?, ¿acaso si esta iniciativa se orientara con rigor hacia la recuperación de caminos y montes para los senderistas y montañeros no sería un motivo de satisfacción?, ¿acaso esta iniciativa no sería positiva para evitar en nuestros montes los incendios?, ¿fueron los gobiernos de España, los unos y los otros, conscientes de tanta riqueza rural que fue y continúa siendo abandonada sin que nadie se ocupe de tomar una iniciativa en apoyo de las zonas rurales?
¡Cuántas cosas se podrían conseguir si una iniciativa bien orientada se pusiera en pie desde ya!
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