Accidente fatal en el Cristo

Han transcurrido dos años y medio de aquel fatídico día para la ciudadana de Oviedo Ángeles, día que recuerdo con amargor, pues yo realmente no vi a la mujer cuando realicé el trayecto del accidente.

Volver a reiterar que sentí con todo el dolor de mi corazón el accidente, como así se lo expresé a la familia, y espero que no vuelva a pasar.

Sí me gustaría que se publicase esta carta para comentar ciertos aspectos del hecho.

Las calles donde sucede el accidente son Rafael Altamira y Flórez Estrada.

Yo estaba situado parado en el semáforo de la calle Rafael Altamira y me dirigía posteriormente hacia la izquierda en dirección a la calle Flórez Estrada, donde se encuentra el paso de cebra del accidente.

Hay que considerar que este pequeño trayecto tiene un cambio de inclinación de calzada, ascendente en Rafael Altamira y descendente en Flórez Estrada, y en el punto de inflexión tenemos el paso de cebra conflictivo, es decir, es un cambio de rasante convexo, por lo que va a tener puntos muertos de visibilidad.

Los cambios de rasante convexos son puntos muy conflictivos en el Código de la Circulación precisamente por eso, porque tienen puntos muertos de visión, por lo que esto tendrían que haberlo tenido en cuenta los agentes locales.

Los puntos muertos de visión que tenemos son, en primer lugar, falta de visibilidad al esperar en el semáforo de Rafael Altamira cuando el día está soleado, como lo estaba aquel día, aunque tuviera la visera del vehículo bajada; en segundo lugar, al ser un cruce, al realizar el giro a la izquierda puede tender uno a mirar a la derecha por si viene algún vehículo bajando del antiguo Hospital, por lo que se pierden unas milésimas de segundo en la atención del conductor, y el tercer punto muerto de visibilidad es que al hacer el giro a la izquierda el pilar izquierdo de la luna del vehículo en un momento crítico te impide la visión del peatón si se encuentra en el medio de la calzada esté o no en el paso de cebra el peatón, siendo la calle descendente.

Hoy día, los vehículos lleva esta zona más reforzada por medidas de seguridad y porque llevan la instalación del airbag y con ello se consigue que estos pilares laterales de las lunas sean más robustos e impidan la visibilidad.

Al día siguiente, después del accidente, leí en el periódico la noticia y vi que se habían presentado ya escritos en el Ayuntamiento al respecto por parte de la asociación de vecinos, por lo que me acerqué al lugar y es cuando observé realmente la dificultad del paso de peatones.

Hice un plano detallado con las medidas que yo creía correctoras y que, parece ser, coinciden con las de la asociación de vecinos, y se lo quise entregar al concejal de Seguridad, Gerardo Antuña, pero no para exculparme del accidente, recibiéndome su secretaria, a la que dije que, tras el accidente ocurrido días atrás, quería entregar un plano de situación del accidente con medidas correctoras para que no volvieran a ocurrir nunca más estos sucesos. Estamos en julio de 2015 y estoy esperando a ver si llama esta persona, aunque para beneficio de los ovetenses ya no está en este cargo, de lo cual me alegro, aunque sigue todavía por el Ayuntamiento, no sé para qué.

En cuanto a las medidas correctoras, son muy sencillas de realizar y muy baratas. Una de ellas sería, si se quiere dejar este paso de cebra conflictivo de Flórez Estrada, que funcione de forma unidireccional, es decir, cuando pasen peatones no puedan pasar vehículos y viceversa, acompañado de barandillas de protección en las aceras hasta el paso de cebra.

La segunda solución sería eliminar este paso de cebra peligroso, pues hay otro más situado a 45 metros en dirección descendente que cumpliría perfectamente con el tránsito de peatones y vehículos, haciéndolo unidireccional y que hubiera también barandillas de protección en las aceras hasta el paso de cebra.

El centro de salud se encuentra actualmente en medio de estos dos pasos de cebra y las personas pasan, no todas, claro, por el medio de los dos pasos de cebra, con el consiguiente peligro para las personas.

Cualquiera de las dos actuaciones vale menos que lo que cuesta un brazo de las farolas que tenemos en Oviedo, que, por cierto, por la noche no alumbran nada, al estar medio apagadas, después del coste que hubo para instalarlas.

Solamente, pedir a los vecinos que hagan un poco de fuerza e insistan más y, ahora, con este equipo de gobierno nuevo, si acceden a realizar estos cambios contribuirían a que no volvieran a ocurrir estos accidentes nunca más, y, de no realizarse estos cambios, esto que ocurrió a esta mujer podría ocurrir a cualquier ciudadano de Oviedo que transite por el lugar. Reiterar al Ayuntamiento que cuando se instalan estos semáforos por parte del departamento de Urbanismo luego tendrían que pasar y tener los perceptivos informes de seguridad vial, que realizan empresas especializadas y que en este caso seguro no se ha hecho.

En cuanto a la justicia, siempre dictará en estos casos por los informes policiales, pero bien deberían molestarse los agentes policiales en ver in situ, otra vez, el lugar, para que observen que los cambios de rasante convexos siempre han tenido puntos muertos de visión y que un semáforo conflictivo abierto en verde para peatones y ámbar para vehículos con cualquier descuido, por parte de ambos, siempre perjudicará al peatón.

Yo no entiendo de leyes civiles o penales, pero en este caso el responsable civil o penal es el Ayuntamiento por no haber tomado las medidas correctoras en su día en esta zona, una vez presentadas denuncias por los vecinos.