Hablar es fácil, pero callar requiere prudencia y dominio
El otro día leía en vuestro diario en "L’aprecederu" dos columnas que me parecieron muy graciosas, aunque faltaban a la realidad. El título "No hay ninguna buena obra..." y el autor daba a entender de forma poco acertada y con buena o mala intención, eso lo sabrá mejor él, que los planes de empleo no eran útiles más que para las personas a las que contrataban y que era una carga económica innecesaria para los ciudadanos. También decía el autor que estos planes de empleo traían problemas y obligaciones para el Ayuntamiento, ya que puede ser que se reclamase ante los tribunales un puesto fijo o cuasi fijo o indemnizaciones, lo cual no es lo más habitual ni por asomo. Como no es lo mismo conocer el camino que andar el camino, tengo que poner un ejemplo que todos van a entender rápidamente. Por ejemplo, en planes de empleo del Ayuntamiento de Gijón se contrataba a diplomados en Ciencias Empresariales para hacer el IRPF durante dos meses y para técnicos en gestión administrativa durante cuatro meses adicionales. El ahorro que supone para los ciudadanos el promedio por trabajador de mil autoliquidaciones de IRPF o borradores en total es muy fácil de cuantificar. Como muestra, puedo decir que a mi abuelo, que vive en un municipio en el que el Ayuntamiento no presta este servicio, por llevar su borrador a cambiar el número de cuenta y confirmarlo a una asesoría fiscal le cobraron ochenta euros, por algo que lleva dos minutos hacer, y en Gijón se presta gratuitamente el servicio. Compensa con mucho el sueldo de los seis meses de estas personas que realizan campaña de IRPF durante dos meses: no hace falta ser matemático ni economista, ni siquiera usar una calculadora.
Por otro lado, da la sensación de que la persona que escribió el mencionado artículo pretende menospreciar la labor y la profesionalidad y formación de las personas que entran a trabajar en el plan de empleo. Hay gente en el paro con mucha más formación, valía personal y profesional que otros que sin formación ni ganas de trabajar tienen buenos trabajos gracias a los contactos y enchufes, que en España son lo más importante para tener un trabajo. Tengo que añadir que en los planes de empleo en que se contrató a gente para las campañas de IRPF los diplomados en Ciencias Empresariales en su mayoría eran, además, economistas con estudios de posgrado y máster, etcétera, y fueron seleccionados entre muchísimos.
Tenía razón el que dijo que no es lo mismo conocer el camino que andar el camino.
José Luis González Fernández
Gijón
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