Qué habremos hecho tan mal para merecer esto...

Una cosa es decir qué paisaje tenemos, no le falta de nada: preciosas montañas, árboles autóctonos de varias clases que casi se dan solos, casas y pueblos ubicados de la forma más pintoresca posible, un terreno en el que se da cualquier cosa que en él se quiera cultivar. Y todo esto de qué nos vale...

Da pena ver el futuro del medio rural y, pese a todo, los gobernantes no se enteran, cuando tenemos un problema nos hablan de una forma similar a la de un psicólogo cuando se está tratando un tema desgraciado, tratando de que uno se adapte sin volverse loco.

Empezamos con el Mercado Común que ellos nos tenían preparado. De primeras, nos hacen creer a las ganaderías de leche lo de modernizarse a la altura del resto de Europa. En el concejo de Tineo (que es el que conozco), se hicieron unas cuadras de escándalo con unas vacas que tenían una genética y una producción que las han hecho, en muchas ocasiones, merecedoras de importantes premios y reconocimientos. Pero, claro, al resto de países europeos parece ser que les hacíamos sombra, por lo que había que inventar algo nuevo, no vaya a ser que los muy listos ganaderos asturianos nos fuésemos a quedar con todo; pues bien, la siguiente invención para desangrarnos viene con el cuento de limitar la producción con las cuotas...

Todo el mundo se las arregló entonces para llevar a cabo las adquisiciones de la misma, con créditos en muchos casos que aún a día de hoy se están pagando; desde Europa se llevaban a cabo multas por producir sin cuotas (poco menos que a nivel de delito criminal), se inventaron el tema de las células, las proteínas, lo de la letra A y demás requisitos para cumplir con bastante más rigidez que en otros lugares.

Aun así, y viendo que todavía resistíamos, entran en escena las famosas prejubilaciones anticipadas, para así hacer desaparecer a la mitad de los ganaderos inventándose el cuento chino de que así sólo quedarían las mejores y más productivas. Pero por si esto aún era poco, se nos propone la posibilidad de vender la cuota, pues la pagaban a no sé cuánto...: pero qué ley era ésa por la que unos la pudieron vender y otros no, con el consiguiente perjuicio para estos últimos, los cuales la tuvimos que perder después de gastar un montón de dinero y ahorros en su adquisición.

Aun con todo esto, luego nos vienen con el hecho de que para que las ganaderías sean rentables, tiene que producir el propio ganadero lo que comen las vacas, y mis dudas tengo de que eso aquí sea así, pues el coste de los gastos de la ganadería en España no es proporcional con el precio al que se paga la leche: tan sólo hace falta echar un vistazo a las facturas de luz, medicamentos, semillas, carburantes...

Vamos, que están consiguiendo lo que formaron con Europa y piensan que no nos damos cuenta...

En los pueblos viven muchas personas solas en las casas, en otras dos o tres, casi todas mayores, y eso por no contar el montón de casas vacías. Las personas mayores no tienen ni con quién jugar las míticas partidas, ni los niños, al ser pocos, con quién jugar; todos se van marchando hacia los núcleos de población más importantes y con más medios de vida. Y sin embargo, los jóvenes a los que hay que favorecer lo más posible, pues a los pocos que aún quedan se les aburre con trámites, trabas, burocracia...

Pese a todo esto, los que nos gobiernan siguen con los ojos cerrados, el hecho es que no se pide nada descabellado o fuera de razón, tan sólo vivir dignamente de su trabajo, pues nadie debe olvidar que este planeta no sólo se compone de ciudades, recuerden que los pueblos son imprescindibles, pero dígannos de qué quieren que en ellos vivamos, pues de las vacas, ¡no! ¡Eso es imposible!

Ahora nos va a pasar la Vuelta Ciclista a España, pobres ciclistas, pues van a pensar que se han metido por la carretera equivocada, la carretera AS-219 Luarca-Pola de Allande; desde Naraval a Navelgas ni tiene cunetas en la mayor parte de los sitios, ni tan siquiera se cruzan dos vehículos, contando además con un firme que hace poco menos que se desarme el vehículo, pues en invierno el agua corre por el medio de la carretera y casi hasta aburre pasar por ella.

Esperemos una sola vez más que la Administración se acuerde de que esta zona también existe. Miren ustedes si creen normal el tener una carretera en tan deplorable estado. Qué haríamos tan mal para merecer esto...

Sofía González García,

presidenta de la Junta Vecinal de Montes de Naraval

Tineo