Criticar es fácil
La crítica es la forma más sencilla de escribir, el argumento te lo dan hecho, es buscar los defectos o ineptitudes en los demás y plasmarlo en forma de opinión ecuánime, debe de ser siempre sobre la responsabilidad al cargo público y jamás dirigido a la persona, ser siempre veraz, sin excesos y no convertirse en verdugo de nadie.
Como todos estamos hechos de retales, unos de un modo, otros de otro, todos somos carne de cañón en este sentido, pero la diferencia está en el cargo y profesión que se elige. No es lo mismo dedicarte a los demás y cobrar por ello en un cargo público, que ejercer una profesión privada, que aunque tengas que cumplir las leyes en toda su extensión, los que debieran vigilar para que las cumplas, no pueden caer en la tentación de corromperse, si así lo hicieran deben ser criticados sin paliativos y la Ley, doble de dura con ellos.
A veces me pregunto, una persona tan trivial como yo, con tantos defectos y carencias, como tiene la osadía de evaluar a nadie. Por este motivo, pido perdón a todos aquellos que critiqué en exceso y a veces porque no decirlo llevado por debilidades personales, prejuicios, o un ego justiciero que debiera rechazar. Aunque seguiré haciéndolo.
Les pondré un ejemplo de cómo uno no puede estarse callado ante cosas así: La nueva Junta cierra por vacaciones. Dos meses de negociación perdidos, solo acordaron el sueldo y dietas con IU, que como ocurrió en el Ayuntamiento de Oviedo ¡por el sueldo lo que sea! Cuando empiezan a tratar de arrancar, y se nombran los consejeros de gobierno, se van de reposo ¿conocen alguna empresa en la que entren a trabajar y a los dos días de estar, cierren por vacaciones? Cuando regresen, otros dos meses para repartirse los cargos menores y los enchufes de cada cual. Luego cuando se desperecen, verán que no tienen el socio adecuado para llevar a cabo una gobernabilidad sin contratiempos. Entones empezarán otros dos meses de negociación con quien debieran haber empezado y terminado, con PODEMOS; si antes era sencillo, ahora les resultará más complicado todo, por haberlos dejado de la lado y despreciarlos por populistas. Si llegan acuerdos después de un periplo largo de zanganear, por fin, veremos sobre todo a los nuevos, espabilarlos de una puñetera vez. Pero si no llegan acuerdos, prepárense, nos queda la de Foro. Es tanta la irresponsabilidad de este señor, el Javier Fernández, que el reproche que se le puede hacer en una crítica elegante, no cabe.
Lo que me hace ser así, es nuestra Justicia, lenta hasta desesperar al más pasmado; confusa y desconcertante, donde se mezclan con el poder político y da la sensación que actúan o dejan de hacerlo siempre, en beneficio de los políticos corruptos. No es posible que pasen años antes de apreciar sentencias justas sobre estos golfos. Ya que después de años, todo parece diluirse y como una cortina de humo, lo que parecía un delito, se convierte en falta como mucho, marchándose de rositas quien hizo mucho daño a mucha gente.
Creo que si la Justicia fuera independiente, y con los medios suficientes para ser rápida, los críticos no tendrían razón de ser.
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