¿Y si hubiera ofendido al islam?
El pasado 14 de julio, el columnista Juan Ignacio País publico en este diario en el que escribo una sentida necrológica en honor del fallecido cantautor Javier Krahe. De sus muchas virtudes, señala una como principal: “su valentía”. Dice el señor País que el fallecido cantautor, sin necesidad de presentarse a “Máster Chef”, tuvo la valentía de cocinar un crucifijo untado en mantequilla sobre un lecho de patatas y cebolla. Valiente, pero igual de reprobable, lo sería si en vez de cocinar un crucifijo hubiera cocinado un símbolo del islam, sin necesidad de hacerlo en un país islámico, incluso haciéndolo aquí en España. Eso sí que sería valiente, pero igual de irrespetuoso, reprobable y estúpido. Es mas, si el señor Krahe, “con valentía”, hubiera ofendido al Islam, estoy seguro de que el señor País no le habría hecho esta necrológica. En esa circunstancia, creo que el columnista habría olvidado que el brillante cantautor fue un grande, tal como titula la columna. De valientes de este tipo está lleno el mundo pero, salvo excepciones, no olvidan que en el mundo islámico “las dan”, mientras que en el mundo cristiano se sienten seguros.
Antón Corostola
Avilés
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