El mal trato de Hacienda
Expongo los hechos como sucedieron:
Soy una jubilada autónoma de 76 años de edad y pasé unos años trabajando y cotizando en Francia.
Hace unos días fui a Hacienda para poner al día mis obligaciones y debo decir que me siento muy dolida por el trato recibido. Después de que un funcionario nos facilitara el número de turno y tras una larga espera superior a 30 minutos, nos atendió una joven que a su vez nos remitió a una señora que estaba repantigada en su silla y que finalmente me atendió con una actitud más que chulesca, permitiéndose emitir juicios personales sobre mí y todos aquellos emigrantes que en su día fuimos, considerándonos unos privilegiados, ya que no vamos a ser sancionados por no cumplir en su día con la Hacienda pública sin tener en cuenta que si así actuamos no fue de mala fe, sino por un fallo de la propia Administración, que no informó adecuadamente en su momento a los emigrantes retornados. Respecto a la calidad del funcionariado, debo decir que poco hemos avanzado desde los tiempos de Franco en cuanto a trato. Y siento decir esto, pero ¡vaya diferencia entre las administraciones española y francesa!
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