San Mateo y el casco antiguo
Oviedo, durante las fiestas de San Mateo, es visitada por miles de personas de Asturias y otras comunidades autónomas, es una fiesta referente nacional.
En todos estos años no recuerdo que haya habido ningún episodio grave de inseguridad, o no ha trascendido.
Cuando los conciertos de San Mateo se trasladaron de la plaza de la catedral a la Ería, me pareció un gran acierto, siempre pensando en la seguridad.
Cada vez que he acudido a San Mateo de noche a pasear y disfrutar de las fiestas, al regresar a casa siempre pensaba lo mismo.
¿Cómo es posible que ningún responsable se dé cuenta del peligro que entraña el formato de fiestas con tantos miles de personas moviéndose por las calles del Oviedo Antiguo?
Un entramado de calles estrechas con edificaciones antiguas y no muy bien conservadas por donde deambulan miles de personas sin ningún control de aforo.
En horas determinadas, desplazarte de la calle Magdalena a Cimadevilla, la Rúa o San Antonio, es imposible por la multitud que se encuentra en la plaza del Ayuntamiento haciendo un macrobotellón.
Me hago una pregunta: si pasa cualquier incidencia grave, que tengan que intervenir ambulancias, Bomberos o Policía, ¿cómo piensan llegar con sus respectivos vehículos a las calles San Antonio o a la Rúa? (por poner un ejemplo con mala fe).
A esta pregunta la respuesta es sencilla: es imposible acceder con vehículo. Da igual entrar por Mendizábal, San Vicente, la plaza de la Catedral o Mon.
Si pasa una desgracia, como sucedió en el Madrid Arena, las responsabilidades penales caerán sobre los responsables de la seguridad pública y sobre el político responsable de las fiestas.
Señor concejal (Rivi): si lee esta carta, espero que reflexione y compruebe usted mismo que San Mateo, en su formato actual, es una temeridad desde el punto de vista de la seguridad.
Señor alcalde, esto es un regalo envenenado y no el centro hípico del Asturcón.
Aprovecho para decir al Ayuntamiento “No al cierre del Asturcón”.
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