La ley antitabaco no se cumple
En España está prohibido fumar, aparte de en los espacios públicos cerrados, también, y parece olvidado por una gran parte de ciudadanos: en los recintos hospitalarios; ni en el interior del centro donde ya estaba prohibido fumar, ni en las zonas al aire libre que rodean el hospital. Tampoco se puede fumar en espacios al aire libre de centros educativos excepto universitarios, y en las zonas acotadas para parques infantiles y zonas de juego para la infancia.
Decía que se incumple desde que Rajoy llegó al poder, porque vemos cómo a las puertas de los hospitales, centros de salud y parques de niños, se fuma con toda impunidad. Incluso, en el caso de los hospitales y centros de salud, son los mismos profesionales del ramo quienes no se esconden en las mismas puertas, cigarrillo en mano, con lo que eso representa, para ejemplo de todos. Que un profesional de la sanidad fume es su problema, pero que lo haga en el recinto, e incluso a las puertas del centro de salud u hospital es para sancionarlo doblemente: por abandono de su trabajo y por saltarse a la torera una ley que se cumple en casi todos los lugares menos donde más debiera ser respetada y valorada. ¿Saben lo horrendo que hace a la vista batas blancas fumando en los alrededores del hospital, donde está prohibido?
Qué decir de los parques con niños, donde las madres y padres casi fumigan a los bebés sin que las autoridades hagan cumplir de una vez esta ley; que, donde parecía más difícil ser acatada como en los bares y restaurantes, es en el único lugar que se cumple al 100%. Un niño no tiene por qué tragar el humo de sus padres y abuelos, por eso las autoridades deben ser implacables ante las irresponsabilidades de los adultos que rodean a los niños.
Las leyes están para ser cumplidas obligatoriamente, en su caso ser cambiadas o abolidas por los órganos legislativos; pero mientras estén en vigor, las autoridades deben hacerlas cumplir, e imponer las sanciones correspondientes a quien se las salte a la torera. Y no hacer la vista gorda como es el caso, porque entonces quien la está incumpliendo, en primer lugar, es quien debiera velar por ella.
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