Servicios de quita y pon
“Pola de Siero, sin servicio en el parque”. Bajo este título, el pasado 23 de marzo publicó LA NUEVA ESPAÑA un artículo de quien esto escribe. Con él saldo una deuda con lectores que me han pedido escribir algo sobre los servicios públicos del parque Alfonso X el Sabio de l villa capital del concejo, que lllevaban cerrados más de dos meses sin cumplir el cometido para el que en su día fueron instalados. Pasa lo que a la ciudadanía con los políticos que ha colocado. Decía en el anterior escrito que de verdad me conmueve que los lectores crean que pueda servir de algo; no veía, en cambio, ni por atisbo este principio de proporcionalidad al aplicar la apertura de este servicio interrumpido hacía tanto tiempo, pero estaban las elecciones municipales cerca y eso mueve, la vejiga aprieta acondicionado por el voto.
El hecho de ser repetitivo no responde sólo a lo limitado de mi pensamiento sino que me dicen que han vuelto ya a cerrar los servicios, que estamos aquí en la Pola, como en Oviedo con el puente de la Florida, que se abrió antes del 24 y días después queda cerrado. Un nuevo tipo de políticos ha hecho irrupción en la Corporación municipal, tengo la certeza de que no todos los políticos son como se les tilda, pero razones sobran, los recién llegados por el incumplimiento de los que se han ido vulnerando aquello prometido, los nuevos conductores del gobierno municipal sierense no parecen querer enmendar el espantoso desierto moral de ruindades, no les ha faltado tiempo para maltratar nuestros derechos. Derechos de una sociedad moderna y democrática como se supone es la nuestra, permitiéndose el lujo de cerrar los servicios públicos instalados en el céntrico enclave poleso, servicios que no son ninguna limosna sino una verdadera deuda social con las familias que tanto aportan al bien común. Resulta por demás escandaloso el cierre, cómo pueden tener la mentalidad tan deformada para hacer que un ciudadano obligado tenga que miccionar en la calle, lo que le supone un deterioro de la dignidad en intimidad del usuario y la insuficiente cultura respeto a la privacidad del mismo. Indignación es el sentimiento que acude a mi mente con esta triste situación, se está sintiendo una vergüenza ajena, les faltan escrúpulos, terminaremos todos como la directora de Comunicaciones de la Alcaldía de Barcelona, Agueda Bañón, que es esa señora que se dedica a fotografiarse meando en la calle.
Si tener un pasaporte no equivale a que has viajado, tener servicios cerrados no confirma lo que de ellos se cree o se piensa. Los del parque, relegados a un número limitado de cinco días a la semana, cerraban los viernes por la tarde, hasta el lunes, como si esos dos días no hubiera necesidad alguna de evacuar, las cargas orgánicas. Cuán equivocados estaban. ¡Qué error, qué inmenso error! Ni siquiera pensaron en aquellas personas que sufren trastornos fisiológicos. El regidor Ángel García, “Cepi”, pudo ver en persona en la bolera del parque a la que asistió para la entrega del trofeo memorial “El Abuelo” cómo el ciudadano obligado resolvía el asunto uno de esos días en que le están arrebatando los derechos y el bienestar que con tanto esfuerzo consiguieran. Pero uno cae en la pregunta. ¿Y por qué no lo reflejan los medios de comunicación? Aun poniéndonos en lo mejor, no cabe duda de que se trata de un caso tremendamente irregular y el periodista está obligado a participar en un foro de servicio al público. Juan Carlos Onetti decía que el periodista debería tener una tercera mano con la que golpearse si llegaba a cometer desfalco informativo.
Decir que todo esto pasa por el consentimiento de todos los que prefieren callar. Nada se dice y supongo que la batalla está perdida. Esto que escribo es para vaciar la conciencia, como aquel que tira de la cadena del váter. Ya todo seguirá su curso.
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