Puertas al mar en Candás
Así, como dice el titular, eso es lo que está pasando en el muelle de Candás con el beneplácito de las administraciones correspondientes.
No es de recibo que las rampas de acceso al mar lleven años cerradas con cadenas y candados pasando a formar parte un bien de dominio público a uno de dominio privado gestionado por un club náutico. Y máxime cuando en la ley de Costas real decreto 1471/1989 capítulo IV sección 3 (28-4), “Servidumbre de acceso al mar”, dice: “No se permitirán en ningún caso obras e instalaciones que interrumpan el acceso al mar sin que se proponga por los interesados una solución alternativa que garantice su efectividad en condiciones análogas a las anteriores a juicio de la Administración del Estado”.
Bien, pues esto, a 12 de agosto del 2015, está sin solucionar en el muelle de Candás, y con la agravante de que la misma ley de Costas, en el título V “Infracciones y sanciones”, capítulo I (91-d) considera falta grave la interrupción de los accesos públicos al mar y a la servidumbre de tránsito.
Me consta que el Principado ha recibido quejas a este respecto, pero hasta ahora a dado la callada por respuesta.
Y ante una posible respuesta por parte de ustedes (que lo dudo) de que esto es así por motivos de seguridad, déjenme decirles que la seguridad no es convertir espacios de dominio público en privados (léase el muelle de tierra que ya es de uso privado).
¿Saben lo que forma parte también de la seguridad? Los vertidos que se producen a la mar al limpiar la lanchas con agua a presión encima de ese muelle y echándola luego a la mar, cuando ustedes saben, como yo, de la obligatoriedad de tener una balsa que recoja esa suciedad. Déjense de llenar el muelle de carteles prohibitivos y empiecen dando ejemplo ustedes.
Así que, señores de Puertos del Principado, si quieren ver si es posible poner puertas al mar, en el muelle de Candás lo han conseguido y de testigos están nuestros antepasados, que nunca lo hubiesen consentido.
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