Pareja educativa
Después de once meses de trabajo, de unas vacaciones sin desconectar, de la preocupación por mantener el puesto de trabajo, de las condiciones y la calidad que tendrán las escuelas infantiles de 0-3 del Ayuntamiento de Oviedo el próximo curso y en general de Asturias, tengo que leer en la prensa noticias al respecto, que me ponen los pelos de punta.
Es una mezcla de rabia, impotencia, desilusión y tristeza lo que siento. El personal de las escuelas trabajamos a destajo para dar calidad y calidez a la atención educativa de los niños y niñas, a pesar de las trabas que pone la Administración. He visto escrito en alguna noticia de estos días “Guarderías. No somos guarderías”. Este término está muy generalizado en la sociedad, pero ya es hora de cambiarlo. Guardería es, por definición, ocupación y trabajo de guarda. Guardar no significa atender, ayudar, educar, consolar, abrazar, divertir, cooperar, acompañar y querer. Por eso somos escuelas infantiles.
El miércoles 12 de agosto, el concejal de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, y la concejala de Educación, Mercedes González, anuncian que Oviedo instaurará la modalidad de pareja educativa en las escuelas de 0 a 3 años. ¡Madre, lo que hay que oír!
Llevo tres años trabajando en las escuelas del Ayuntamiento de Oviedo y cuando llegué ya funcionaba la pareja educativa. ¿Cómo, si no, piensan que recibimos y damos 8, 13 o 18 abrazos al llegar al aula?, ¿cómo podemos escuchar lo que cada uno/a quiere transmitirnos o contarnos?, ¿cómo atendemos de forma individualizada, con la calma y delicadeza que requiere un cambio de pañal o un control de esfínteres?, ¿cómo contamos cuentos motivando y trasmitiendo un poquito de todo lo que nos gustaría?, ¿cómo hacemos actividades educativas atendiendo a sus gustos, motivaciones y necesidades?, ¿cómo aliviamos el dolor de un golpe, los conflictos por un juguete, el disgusto porque no aparece el chupu?, ¿cómo damos el abrazo necesario para consolar a un niño/a que echa de menos a sus papás?, ¿cómo acompañamos el momento de la comida, donde cada uno tiene unas necesidades diferentes de ayuda, de alimento, de cariño?, ¿cómo nos sentamos al lado cada cama y cantamos una suave canción para que llegue el sueño? Esto, con un esfuerzo tremendo del personal y la compresión de las familias, se alcanza de forma parcial existiendo una pareja educativa formada por una educadora a jornada completa y otra a media jornada. Si según la concejala y el concejal de turno eso se va a implantar, ¿qué creían hasta ahora que tenían contratados? ¿a superhéroes? Lo que deben implantar es la pareja educativa con dos educadores a jornada completa para poder atender como es necesario a los más pequeños, que son nuestro futuro.
Y recortar, claro que recortan. ¿Cómo, si no, seis de mis compañeras reducen su jornada a media y dos pierden su plaza para cubrir posibles bajas que surjan? No vendan mentiras y usted lector/a no se las crea.
#Estonoesunjuego.
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