Candás, historia y sentimientos
Candás nació en la ribera de la mar, de ella vivió y en la mar se quedaron para siempre buena parte de sus gentes, como tributo al fruto conseguido en sus aguas para el progreso de este pueblo.
En mi infancia y adolescencia no había prácticamente nadie que no viviera directa o indirectamente de la mar.
Era una vida dura, sacrificada y a veces trágica, pero que era el sustento del pueblo que al toque de sirena de la rula anunciando la venta de pescado de una embarcación alegraba a todo el mundo por lo que representaba para la economía local.
El Cantábrico, que es nuestro mar, en muchas ocasiones se muestra con violencia contra nuestra gente y nuestra costa. De siempre, era un empeño de nuestros antepasados el disponer del mejor abrigo posible para sus embarcaciones, un buen puerto siempre fue su sueño, y por el que empeñaron todas sus pertenencias como explica Mariano Busto en su libro "Historia del Concejo de Carreño en la General de Asturias" y más recientemente y con mayor extensión lo hacen Armando Rodríguez González y Manuel Ramón Rodríguez Rodríguez en su libro "El Puerto de Candás. Proyecto, reformas y ampliación (siglo XVI-XXI)".
Esta es nuestra historia, la lucha y el deseo de nuestro antepasados, y no se debe confundir sentimientos con realidad.
Parece que hay unos sentimientos que se quieren asentar en nuestra historia, en contra de lo que fue y representó el esfuerzo y sacrificio de nuestros antepasados.
Humildemente creo que no es el camino, pongámonos a trabajar en conjugar sentimiento e historia y buscar el camino para la realización de proyectos que, conjugando ambos aspectos ponga de nuevo a este pueblo cara a la mar, sin desaprovechar ninguna de las ventajas que nos da nuestra situación.
José Ángel Gutiérrez Suárez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Candás
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