SENCULLAMENTE, TRATANDO DE SOBREVIVIR
La actual crisis del canal de la Mancha, donde miles de inmigrantes intentan cruzar al Reino Unido desde Francia a través del túnel que une ambos países, continúa generando alarmismo y ha agudizado entre gran parte de los británicos el sentimiento de que viven en una isla que históricamente ha tenido que defenderse de intentos de evasión. La nueva "armada invencible" serán hoy los centenares de refugiados que buscan sencillamente pan, trabajo y paz porque huyen de la guerra y del hambre en su país.
Sí, se sigue sin poder frenar la invasión de una montonera de hombres de color desesperados. No es nada nuevo. La única novedad es que ahora ya no se trata solamente de originarios subsaharianos y/o magrebíes intentando superar las vallas y muros que separan Ceuta y Melilla del resto del continente africano, ni siquiera de las oleadas que salen de Libia rumbo a Italia, no; en esta ocasión los que están llamando la atención son los muchos miles que intentan colarse en los trenes y en los camiones que salen de Calais, en Francia, rumbo a Gran Bretaña.
Las autoridades francesas estiman que en el campamento de inmigrantes, cerca del puerto de Calais, al que denominan "jungla", hay unas 3.000 personas esperando para llegar a Gran Bretaña a través del Eurotúnel. Según estas mismas autoridades, entre el 2014 y lo que llevamos de 2015, han impedido 39.000 intentos de asalto, el doble que el año anterior.
Por su parte, el Home Office británico cuantifica en más 25.000 las peticiones de asilo legales en el 2014, entre ellos 4.000 eritreos, pero señala que es imposible determinar el número de inmigrantes ilegales que llegan por otras vías, fundamentalmente a través de Dover. Ante ello, el Gobierno británico, en respuesta a la crisis de Calais, ha decidido endurecer aún más su política de inmigración. Una nueva ley obligará a los propietarios a expulsar de sus pisos a los inmigrantes que no tengan los papeles en orden.
Sin embargo, no podemos olvidar que el Reino Unido, en su política imperialista y colonialista convirtió a los habitantes de los países colonizados de dueños de las tierras en simples trabajadores de ellas, y después de darles la independencia, continúan teniendo una especial relación comercial con las antiguas colonias. ¿Es esto una contradicción?
Los ministros de Interior del Reino Unido y Francia, han pedido compromiso y unidad a sus socios europeos para atajar "de raíz" la crisis de la inmigración, cuyo último episodio está teniendo lugar en el paso de Calais. "Lo que estamos enfrentando ahora es una crisis global de migración. Es una situación que no se puede ver únicamente como un problema de los dos países. "Es una prioridad a nivel internacional y europeo", escriben ambos en el diario británico The Telegraph. "Por ello, estamos intentando que otros estados miembros, y la Unión Europea en general, aborde de raíz este problema", han indicado.
No obstante, las críticas han arreciado contra ambos Gobiernos por la dureza de ciertas medidas. El obispo de Inglaterra, Trevor Wilmott, cuya diócesis abarca también el canal de la Mancha, ha lamentado que "este mundo es cada vez más cruel, y la gente ha olvidado su humanidad. Así es como acabamos en esta situación de jaque", afirma.
Por tanto, no vale buscar culpables extraños a un drama que debería tocar las conciencias de toda la UE. Hay pues que remangarse, buscar soluciones de dignidad y acoger a los que ya están en territorio europeo.
Por lo que concierne a nuestro país, ¿ya hemos olvidado el éxodo español tras la guerra civil y su triste destino en campos de concentración en Francia?
Esta gigantesca ola humana que ni el mar, ni las valles, ni la policía pueden parar, no tiene nada de extraño, porque nada frena al que no tiene nada que perder. Y por ello continuarán viniendo a nuestros países.
Y nosotros, ante el problema europeo, no podemos seguir deshumanizándonos.
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