Síndrome de Alienación Parental
Lamentablemente, de todo este espectáculo mediático que ahora nos bombardea por la televisión, los únicos perjudicados son los niños. Y no solo los de ellos, que ya sería bastante, sino todos los niños que ven u oyen, bien la tele, bien a sus padres comentando la noticia. Digo esto, como padre separado, preocupado por el S.A.P. ( Síndrome de Alienación Parental). Aunque la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología no lo reconocen como enfermedad, numerosos estudios científicos avalan la existencia del síndrome de alienación parental. Lo más terrible es que se jalee ahora a esa señora o señorita y que compañeros y asociaciones le den su apoyo cuando lo que está haciendo es un daño infinito a su hija malmetiendo del padre por todos los platós de televisión. Es bochornoso que se desenfoque una realidad tan aplastante, para hacer creer a los espectadores que se juzga a una madre soltera, cuando, en realidad, lo que se pretende atajar es que esa señora utilice un medio para cargar constantemente contra el padre de su hija. Por si queda alguna duda, enumero a continuación los signos de alerta más comunes del S.A. P.
Impedimento por parte de uno de los progenitores, a que el otro progenitor ejerza el derecho de convivencia con sus hijos (sufrido principalmente por los padres a los que sus antiguas compañeras no les permiten ver a sus hijos).
Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo, aludiendo cuestiones de pareja que no tienen nada que ver con el vínculo parental.
Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los ataques al ex cónyuge.
Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.
Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro progenitor (basta con que los niños vean que esa actitud hace feliz a la madre o al padre, para ofrecer su dolor y así reconfortar al adulto alienador).
Influir en los niños con mentiras sobre el otro, llegando a asustarlos.
Saquen ustedes mismos la conclusión.
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