Españolito que vienes al mundo te guarde Dios...
Resulta triste comprobar, que en esta España del siglo XXI y, a 76 años del final de aquella lamentable y desastrosa guerra civil, aún perdure tanto rencor y tanta división entre los españoles. Sigue vigente aquello de Machado de: Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
Se escuchan y se ven, las tertulias radiofónicas y televisivas, y si uno se deja llevar por lo que dicen unos u otros, sale a la calle o va a la cafetería de la esquina, y en cuanto intercambia dos palabras de tipo político con cualquiera, ya se arma la de Dios es Cristo. Sigue imperando el o estás conmigo, o eres mi enemigo. Parece que no se reconoce el derecho a la neutralidad. En cuanto discrepas del razonamiento político de alguien, te sitúa automáticamente en el baldo contrario. Según la manera de pensar y razonar de ciertas personas, sólo se puede tener una u otra tendencia política, no se admite en ningún caso la neutralidad ni las terceras vías.
Algunos, entre los que me encuentro, pensamos, que puesto que en democracia, la posibilidad de gobernar se debe a los votos de los ciudadanos, todos cuantos se presentan a gobernar, tienen la intención de hacer cosas positivas para el pueblo en su conjunto, y que también cometen en su intento errores quizás no deseados, como cualquier ser humano en todos los órdenes de la vida; pero quienes se fanatizan y llevan en mente las 24 horas del día las siglas del partido de sus amores, en ciertos casos, su fanatismo se acerca al sectarismo, y llega a extremos que les lleva a no comprender ni tolerar que alguien no razone ni vea las cosas tal como ellos se las imaginan y las ven; dan la impresión de confundir la política con el fútbol, y está claro que no es lo mismo.
En mi opinión, mucho nos queda por hacer y aprender en ese sentido. Algunos dan la impresión de que lo que pretendían pidiendo el final de la dictadura, no era con ello el paso a la democracia, sino más bien el paso a otra dictadura, pero de su gusto y color; de lo contrario, no se pueden entender ciertos comportamientos y manera de interpretar las cosas.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo