Dar Trigo
Permítanme hablar de los nuevos consistorios, nacidos de las ultimas elecciones, tanto del Ayuntamiento de Oviedo como de otros nacidos de la unión de varios partidos. Éstos están hoy en la picota. Es lógico que los votantes de partidos más votados miren con malos ojos a los nuevos regidores.
Es pronto para criticarlos, pero estarán conmigo en que la música que ha sonado hasta ahora no es precisamente la esperada. No a la Guardia Real, no a las reinas de Asturias y de América, no a la extensión de beneficios a locales que pagan religiosamente sus impuestos en las fiestas de San Mateo, no intervendrán en la concesión de chiringuitos ya adjudicados cuando Masip era alcalde a partidos hoy extintos como el Movimiento Comunista, Liga Revolucionaria, etcétera. ¿De quién son hoy Pinón Folixa, El Topu Fartón, El Rincón Cubano, La Guinda, etcétera? ¿y por qué hoy siguen con esas canonjías?
Hoy he leído en LA NUEVA ESPAÑA que los habitantes de los concejos próximos a Oviedo no están de acuerdo con las sextaferias. ¿Y cómo van a estarlo? ¿Por qué ellos van a doblar el espinazo para mantener sus pueblos, cuando pagan los mismos impuestos que la ciudad? Además es de un rigor que cae en el infantilismo. En España, gracias a Dios, no se puede trabajar sin asegurar. O el estar esperando que venga el Alcalde de sus vacaciones para que prohíba lo que ya prohibió la vicealcaldesa.
El tema de las vacaciones. ¿En qué empresa se toman vacaciones nada más incorporarse al puesto de trabajo?
Por motivos personales, viajo mucho a Barcelona, y ahí leí que la Colau (no es un insulto, en Cataluña todos los nombres llevan partitivo), como decía, se quejaba de sentirse atada aunque nunca tuvo tanto poder, que se sentía más libre cuando estaba en la oposición. Me imagino que eso les pasará a todos, sobre todo porque los nuevos regidores carecen de formación política práctica y, lo que es peor, en muchos casos, de formación.
Hoy, mientras hacía la comida, entrevistaban a la vicealcaldesa, señora Taboada, y decía que iban a hacer unos presupuestos participativos, y así dejaban que los barrios y pueblos de Oviedo planteen en qué gastar el 1% de los presupuestos totales. ¿Es una broma, o es realidad?
Como he dicho, la música suena mal. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
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