¿Bajo coste o alto riesgo?

Recientemente tuve la ocasión de leer un artículo en este diario, en el que el diputado regional del PP Juan Ángel Bustillo calificaba de vergüenza y de humillación para los asturianos el monopolio de Iberia en la región, manifestando la diferencia de precio que hay entre Cantabria, Galicia y Asturias, siendo según él más caro el de esta región. Yo desconozco las tarifas que se manejan por parte de las compañías aéreas y si están más o menos afectadas por las ayudas que cada comunidad autónoma destina a estas para bajar los precios. Ahora si le puedo intentar explicar la fórmula de estas compañías para "tirar los precios", y cuando digo tirar, digo poner unos precios que no se corresponden con la realidad de un sector en el que cualquier cosa, por el mero hecho de ser de "aviación" es como mínimo el doble de cara. Para empezar, estos acuerdos que el señor Bustillo quiere que se alcancen con las compañías de bajo coste, en humilde opinión deberían tratarse inicialmente con aquellas compañías que llevan años prestando sus servicios en la región y no con aquellas compañías que vienen, recogen la subvención, empiezan a operar, crean una necesidad al usuario y en el momento que se acaba la ayuda, dejan de operar dejando a los viajeros en tierra y pidiendo la cabeza del que no les concede las ayudas de marras.

Señores, esto es muy serio, y creo que en esto se basan estas tarifas engañosamente baratas. Primero, aviones con matrícula irlandesa o inglesa y tripulaciones multiculturales, pero curiosamente dónde la nacionalidad española escasea y los pocos que hay son mercenarios obligados por estas compañías que trabajan sin que estas empresas coticen por ellos a la seguridad social y sin declarar ningún tipo de renta a la hacienda pública (estamos hablando como media de un ahorro del 30% por trabajador). Intentan instalar su propio handling (servicios auxiliares, limpieza, etc.) en los aeropuertos en los que operan y si no les dejan contratan a alguna compañía externa a la que exprimen al máximo por el menor precio posible. Realizan unas escalas imposibles (tiempo que transcurre entre vuelo y vuelo), de 20 minutos en algunos casos, contando con el repostaje del avión. Los que se dedican a esto saben que un avión de más de 150 pasajeros no se puede despachar con seguridad en ese tiempo, ya que hay que hacerle una revisión ocular en cada escala, repostar el avión acorde a un plan de vuelo en el que hay que estudiar la meteorología de origen, destino y posibles alternativos a dónde poder ir en caso de cualquier problema que surja. En el avión hay que realizar una inspección de seguridad de la cabina de pasajeros y unos chequeos rutinarios en la cabina de mando, a la vez que una limpieza para recibir al nuevo pasaje en unas condiciones optimas y, todo esto es imposible en estos tiempos. Si bien se hace, ¿cómo?. Pues pasajeros desembarcando por la escalera delantera del avión al mismo tiempo que los nuevos viajeros acceden al avión por la escalera trasera del mismo. A todo esto el avión sin limpiar (menos importante, ya que la falta de higiene es asumible por el bajo precio), el avión repostando con pasaje a bordo y bajándose del avión sin ningún tipo de autobús que les lleve a la terminal y sin el chaleco reflectante que obligan a llevar a todo el personal que se mueve por la plataforma aeroportuaria ( pero esto debe de ser por el grado de cualificación de dichos pasajeros para este tipo de operaciones). En mi modesta opinión, el bajo coste no existe. En EEUU, esta fórmula existió hace más de 30 años y fracasó, porque los americanos que de otra cosa no sabrán, pero de aviones... En cuanto ha seguridad se refiere nos llevan años. Lo triste es que tendremos que esperar a que decenas de compañías españolas cierren, miles de trabajadores se queden al paro y comiencen los incidentes y ojalá no los accidentes para que alguien analice el riesgo de la compañías que cobran por un billete a Madrid, menos que un taxi a San Juan de la Arena desde Ranón, eso sí, no te pases ni un gramo en el equipaje, ni te olvides la tarjeta de embarque en casa, ni quieras realizar un cambio, ni esperes una indemnización por algo, no tienes derecho a nada, a menos eso sí que lleves la cartera a mano.