Medalla del concejo de Siero para Manolito el Pegu
Valla por delante mis adhesión a la atinada y merecida petición que el exalcalde de Siero José Antonio Noval hace para que se le otorgue la medalla de oro del concejo a Manuel Antonio Fernández, más conocido como Manolito “El Pegu”. Noval hace esta petición coincidiendo en Lugones con la celebración de las fiestas del Carbayu, Nuestra Señora del Buen Suceso, y el 90.º aniversario de su historia, celebraciones que iniciara su abuelo Antón Fernández y organizó hasta 1953, cuando falleció. Manolito, testigo privilegiado de aquella época, continúa desde entonces con la labor de quien fuera fundador, manteniendo la romería en el Carbayu, la de antaño, aquellas romerías tan nuestras hoy casi desaparecidas.
Hablar de Manolito el de Lugones de Siero es hablar de una de esas personas que los agnósticos, incluso los ateos, deberían dar gracias a la Divina Providencia, por contar con una de esas personas que disfrutan haciendo la vida más agradable a los demás. Manolito se ha convertido en figura popular no sólo en su querido Lugones, sino que también lo es en todo el concejo de Siero y fuera de él. A Manolito se le pueden enumerar varios premios conseguidos, “Pepe el Xarreru”, que le concedió la Sociedad de Festejos de Fitoria, el premio “Urogallo” especial del Centro Asturiano de Madrid, pero repasando su trayectoria no podemos olvidar que tiene el primer museo privado de Siero, uno de los pocos que existen privados en Asturias: el Museo de la Romería, que es único en su género. Inaugurado en julio de 2007, en el escenario del barrio del Carbayu, fue bendecido pro el arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, que tiene allí su placa. Cuenta con más de 300 figuras en una maqueta en miniatura conseguida de manera excelente, 1.500 bombillas conforman el paraguas que rodea la maqueta articulada de la romería del Carbayu de 1952, no es para describir todos sus detalles, sino para visitar y admirar lo bien logrado y ordenado, bautizado con “Manolito el Pegu”, su autor e inspirador de tan singular obra.
El exalcalde de Siero José Antonio Noval presentó un punto de vista de una manera justa y equilibrada. El 90.º aniversario o cumpleaños no es de batalla alguna, ni de guerra entre pueblos, ni de lucha de clases, por ello debe tomarse con toda seriedad la respuesta, no puede ni debe quedar olvidada, como la presentada meses atrás en el Ayuntamiento de Siero, al anterior equipo de gobierno de José Antonio Martínez Llosa, con numerosas firmas acreditando su merecimiento a la petición de que el cronista local José Antonio Coppen, tan reverenciado pro su estatura literaria, se le concediera su nombre a la Casa de Cultura de Lugones. Solicitud desinteresada que por razones oscuras no alcanzamos a comprender, hasta la fecha ningún grupo ha movido un dedo, nuestros políticos han vuelto a producir un sentimiento de decepción generalizada en la sociedad, las lamentaciones y jeremiadas crecen. Para ser político no sólo vale la disposición, el atrevimiento o apoltronamiento, ni basta con tener una cara de espanto, es necesario un nivel de preparación y formación, equipo de gobierno nuevo, pero como dicen en mi pueblo, “aunque la mona se vista de seda, si mona era”, pensaba que el nuevo regidor tenía una buena ocasión para proclamar los valores de estas personas que sin cargo oficial, por humanidad convierten un lugar universal aunque sea un pueblo.
Porque entiendo que clamar en el desierto no es una tarea estéril como enseñaba Unamuno en “Del sentimiento trágico de la vida”, yo la petición de Coppen la he bautizado “Spes”, porque su traducción al latín, significa “esperanza”. Y la esperanza es lo último que se pierde.
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