Carta abierta al Arzobispo de Oviedo
El motivo de la presente carta no es otro que poner en su conocimiento un hecho que para mí es de la suficiente importancia como para que usted sea conocedor del mismo, y tiene un carácter abierto para que sirva de conocimiento al resto de los ciudadanos que puedan padecer una situación similar.
El hecho tiene su origen en una boda prevista para las 12.30 del pasado sábado 22 de agosto, en la iglesia del Fresno (Grado), y digo que estaba prevista para esa hora porque un centenar de invitados que asistían a la misma comprobaban atónitos cómo pasaba el tiempo y ningún sacerdote hacía acto de presencia en el templo.
Después de diversas gestiones, se personó el sacerdote de Grado, que fue con quien se había acordado la fecha y hora, quien pidió disculpas por la inasistencia de quien debía sustituirlo –algo que no puedo compartir ya que quien se había comprometido era él y, por lo tanto, único responsable de lo ocurrido–, procediendo a continuación a celebrar la boda con más de hora y media de retraso.
Tengo que decir que dos días después de ocurrir esto todavía desconocemos quién era el sacerdote que iba a realizar el acto y no se presentó. Qué ocurrió y cuáles fueron los motivos es algo que espero que usted averigüe, fundamentalmente para evitar que esto vuelva a ocurrir.
Atentamente,
José Manuel Alonso García
Grado
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