Lo que no te cuentan de la modernización del HUCA
Hace un año que el nuevo Hospital Central de Asturias comenzó a funcionar a pleno rendimiento. Dejémoslo entre comillas, porque los problemas y fallos campan a sus anchas. Los trabajadores del Hospital se cubren la cabeza cuando pasan por el atrio y diluvia en el exterior, no vaya a ser que aparezca otra catarata. Pero hay problemas más graves que una gotera. Y tienen que ver con la modernización y la tecnología.
El personal de enfermería vive por y para el ordenador que está colocado sobre el carrito de la medicación. Hay que llevarlo de habitación en habitación porque sólo él te proporciona el historial y la medicación y te dice qué pruebas hay que realizar. Y no es fácil llevarlo de acá para allá, pesa más que un carrito del Carrefour lleno hasta arriba.
Un 70 por ciento de las horas que dura el turno se dedica a manejar el ordenador, con su teclado y su ratón. ¡Ah, el ratón! Ahí quería llegar. El carrito no tiene espacio para apoyar el brazo y no hay más remedio que tenerlo en el aire. ¿Y qué ocurre cuando pasas días y semanas así? Que acabas en rehabilitación con una epicondilitis o codo de tenista.
Cuatro meses de baja por primera vez en 26 años de carrera, con la reducción económica correspondiente, un dolor crónico que no se pasa con infinidad de tratamientos. Con una infiltración notas una tregua, pero vuelves a trabajar, el codo vuelve a estar en el aire y la epicondilitis regresa. Y lo peor es que es una lesión laboral que a nadie se le ha ocurrido catalogar como tal, porque el personal de enfermería nunca antes la había sufrido a consecuencia de su trabajo. Por eso, no tienes derecho a ser atendido en la mutua, pero tampoco puedes permitirte el lujo de una nueva baja.
¿Qué haces entonces? Lo único que se puede, ir cada día a trabajar y sufrir en silencio la insoportable epicondilitis. Nadie se preocupa por esto y cada vez hay más enfermeros/as con éste y otro tipo de problemas, todos por la misma razón. Pero tranquilos, que el nuevo HUCA es un hospital precioso y a la última.
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