"La que se avecina" no es ficción, es real
Creo recordar que hubo, o hay aún, una serie televisiva que tenía o tiene por título “La que se avecina”, en la que, en plan humorístico, se exponen muchos de los problemas que genera la convivencia en régimen de comunidad en nuestro país, desde que existe la ley de Propiedad Horizontal y nos dio la posibilidad a los sufridos españolitos de hacernos, o pretender hacernos –que no todos lo consiguen– con una vivienda en propiedad.
Como suele decirse que la realidad supera a la ficción, no quiero pensar en la que se nos avecina, no sólo a los españoles sino a los europeos en general, con esa especie de invasión multitudinaria que, a modo de marabunta humana procedente de países enzarzados en conflictos bélicos se nos está viniendo encima, sin que las autoridades comunitarias ni internacionales intenten encontrar la manera de solucionar el problema en la raíz del mismo antes de dejar que se traslade a otras partes. Estamos pagando con nuestros impuestos a un sinfín de gorrones y parásitos en rimbombantes organismos internacionales para que supuestamente se encarguen de solucionar problemas, pero da la impresión de que están justo para todo lo contrario.
No se puede entender que desde Naciones Unidas y otros organismos internacionales, con su demostrado pasotismo en casos como éste, permitan que se den situaciones semejantes. Uno no sabe si pensar que hay interés en que esto ocurra, o qué diablos es lo que pasa; pero lo cierto es que la solución que se está dando no es la de resolver el problema, sino a todas luces el de agravarlo extendiéndolo a otras partes. ¿Alguien cree que Europa tiene capacidad para absorber un flujo migratorio de este volumen? Menos aun, en países como España, donde la tasa de paro y de familias que ya ni tienen trabajo ni prestación alguna es tan alta que resulta insoportable. ¿Cree alguien que la llegada de foráneos, a los que habrá que socorrer con derechos que se les están negados a nuestros propios conciudadanos, no va a generar problemas desde el primer momento, aunque sólo sea por agravio comparativo?
Es cierto que ver en la televisión esas escenas de familias con niños de corta edad jugándose la vida por pretender huir del mal conocido en busca de un supuesto bien desconocido a todos nos descompone y nos genera mala conciencia; pero pienso que los males no se atajan extendiéndolos a otras partes, sino atajándolos en su origen y raíz.
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