En el otoño de Asturias presta (o fica bem) el fado
Algunos ya lo saben, a muchos les suena vagamente, otros lo ignoran, pero es un hecho que el fado, esa poesía musicada, ese toque que forma parte del alma portuguesa, no deja indiferente a quien lo oye, quien lo ve y quien lo vive. Si “acontece” –como dicen ellos-, si se da bien, si aparece la sintonía o el duende, “arrépia” (da escalofríos), estremece, seduce, emociona… Del fado, incluso de su mera evocación, dicen algunos de sus apasionados seguidores, como son Alexandra Carita y Jorge Simão: “nace todos los días y no muere nunca. Se eterniza cada vez que pronunciamos su nombre. Hace eco. Hiere. Hace sonreír. Es una lágrima y una sonrisa. Es una palabra enorme. Que arrasa, recompone y hace temblar”.
Pues este fado nos traerá a Bueño, el sábado 12 de septiembre, a las 8 de la tarde, Inês Villa-Lobos, una joven farmacéutica del Alentejo que en los tiempos que consigue limar a su profesión en Montemor-o-Novo, y a su familia, es capaz de venir, acompañada de su marido y de los músicos Bruno Chaveiro y João Silva, con la guitarra portuguesa y la viola de fado, a la plaza de los Hórreos, para protagonizar la cuarta edición de “Fado y poesía” junto con el conocido escritor tevergano Celso Peyroux, que también nos tocará el corazón y la vena asturiana con su poesía.
Unos días después, el viernes 25 de septiembre, en el Centro Niemeyer de Avilés, estará uno de los grandes fadistas de la capital lusa, Helder Moutinho, que es un hombre de fado total, porque además de cantar, promociona, dirige, gestiona, espectáculos y es el gerente de la casa de fados A Severa, en el corazón del barrio da Mouraria lisboeta. Tiene varios CD magistrales y sus actuaciones en vivo son también mágicas. Ha estado un par de veces en Gijón y me consta que su interés por volver a Asturias es real y veraz.
Maria Emília, otra fadista afincada en Lisboa, joven y desde el principio de su carrera artística muy buena en su manera de vivir el fado, será la estrella invitada para el atardecer con fados en el Centro Cultural Gijón-Sur, el viernes 9 de octubre, en uno de los actos de la ya quinta edición de la Festa do Fado en Gijón, que organiza cada otoño la Asociación de Amigos del Fado de Asturias. En esa “festa” y esos locales, el día anterior habrá una charla coloquio sobre la gran fadista de todos los tiempos Amália Rodrigues.
En meses sucesivos, otras dos fadistas de primera línea, Cristina Nóbrega, el sábado 28 de noviembre, y Carolina, el sábado 19 de diciembre, tendrán a su cargo el entusiasmo de sus espectadores en el teatro Filarmónica de Oviedo, en el ya también arraigado ciclo de “Divas del fado”.
En fin, otro otoño esperanzador para los amantes ya iniciados y los que se iniciarán en el mundo del fado, Patrimonio Mundial de la Humanidad y, como se decía en el inicio, “nace todos los días y no muere nunca. Se eterniza cada vez que pronunciamos su nombre. Hace eco. Hiere. Hace sonreír. Es una lágrima y una sonrisa. Es una palabra enorme. Que arrasa, recompone y hace temblar”.
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