Los sindicatos, un obstáculo para el empleo
La revista británica The Economist indica taxativamente:
Los sindicatos españoles durante la crisis se han centrado en la defensa del status quo del país y han perjudicado la creación de empleo.
La publicación sostiene que en estos años las centrales sindicales españolas:
Defendieron un status quo que favorecía a los ocupados y obstaculizaba la creación de empleo".
Así, el semanario británico asegura que en España las personas que no forman parte de estas organizaciones las ven como:
Una parte muy importante del problema del paro".
La desconfianza hacia los sindicatos se acrecentó:
Con la aprobación de la reforma laboral, que golpeó la figura de los representantes de los trabajadores.
Y fundamentalmente con los graves e inexplicables:
o Escándalos de corrupción.
Escándalos que rodearon a las principales centrales sindicales.
Esta situación derivó en una llamativa caída de la afiliación sindical que alcanzó:
Entre 2010 y 2013 un descenso del 5,9%.
La tercera mayor caída de toda Europa sólo por detrás de:
Grecia (-19%).
Y Reino Unido (-7%).
Ahondando en esta realidad me llamo especialísimamente la atención que en 2014 en plena crisis el día 1 de Mayo, día del Trabajo, los representantes sindicales de UGT y CCOO se fueran al País Vasco a la manifestación, precisamente al lugar donde el paro era infinitamente menor, una incongruencia manifiesta que encaja con lo que hoy expone la revista británica:
The Economist.
En este tiempo de crisis efectivamente se les ha visto muy poco activos, escondidos diría yo, y eludiendo la realidad.
Esta es la triste realidad en una España adormilada laboralmente que parece que busca más desde todos los estamentos:
La ayuda social y familiar, la pensión, la jubilación anticipada
Ciertamente la precariedad de muchos trabajos y el desencanto social ha podido originar esta tendencia negativa.
Como conclusión efectivamente los sindicatos están haciendo un flaco servicio a la realidad social, económica, laboral y profesional del País en este tiempo de crisis. Lamentable.
Mientras, además, nuestros jóvenes, titulados o no pero bien cualificados, buscándose la vida lejos de nuestras fronteras.
Pero ya llegaran los eventos festivos y entonces si veremos a los barones sindicales: encumbrados, comiendo y bebiendo, con los bolsillos llenos de euros y con las arcas de su buen hacer vacías:
Sindicatos con manos vacías y corazón de piedra.
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