Publirreportaje

A poco que uno se interese por la cosa pública e inexorablemente le conduzca al discurso político, una de las conclusiones a las que llega es que todo político tiene que mantener un grado de cinismo directamente proporcional al grado de importancia del tema o materia que trate.

Es verdad que en algunos el cinismo se ha hecho carne es el caso del diputado del PP, Vicente Martínez-Pujalde o del ex-director de la Guardia Civil en tiempos del PSOE, Luis Roldán. En estos casos no es necesario recurrir a la hemeroteca, sus propios rostros encarnan el cinismo. Cuando personajes de este pelaje aparecen en la pequeña pantalla ya no se hace necesario escuchar lo que dicen, incluso es recomendable quitar la voz del televisor por salud mental. Hagan la prueba con el actual portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, ya no hace falta escuchar lo que dice, el rictus que se ha instalado en su rostro denotan además de cinismo, desprecio por quien piense distinto a él.

Sin necesidad de acudir a estos casos extremos si conviene mantener la guardia cuando el discurso del poder invade nuestros hogares por tierra, mar y aire (Tv, radio, internet) El sufrido ciudadano sólo cuenta con una línea de defensa, una ligne maginot , el buen periodista. Lamentablemente este tipo de periodista es un bien cada vez más escaso.

El deber de un buen periodista es ante todo impedir que el político entrevistado convierta la entrevista en un publirreportaje especialmente en periodos preelectorales.

Como ya he señalado en alguna otra ocasión, soy una especie de adicto a la radio y ello me lleva, (ahora que estoy jubilado) a escuchar mucha radio. Por ello, no dejo de sorprenderme, la falta de preparación ante una entrevista, más aún cuando el/la periodista es quién hace las preguntas y, por experiencia, sabe lo que el interlocutor va a contestar y, por consiguiente, debería contar con toda la información posible para impedir que el político, utilizando su arma más poderosa, el cinismo, no sólo se salga con la suya, sino que además utilice el medio para hacer publirreportaje.

Todo esto viene a cuento al escuchar en los últimos días dos entrevistas en la cadena SER, a dos políticos de postín, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáez de Santamaría y al nuevo cachorro del PP, Pablo Casado, nacido políticamente en Nuevas Generaciones, amamantado en la fundación FAES y dado a conocer al gran público a través de las tertulias de la Sexta Noche, donde consiguió desplegar todos los instrumentos y tácticas (pero mejorados) de sus mayores, a saber: mentir descaradamente, no dejar armarse argumentalmente al opositor político, interrumpiendo constantemente y soltar todo el argumentario aprendido sin pestañar (éste chico tiene un futuro imparable en su partido)

Pues bien estos dos políticos fueron entrevistados por Pepa Buena, conductora del programa Hoy por Hoy. Mi decepción no pudo ser mayor. Los dos cumplieron fielmente su papel y su cometido con una audiencia de más de tres millones de oyentes: Lanzar el mensaje de que España va bien y de que fuera del PP el caos, utilizando el cinismo y la mentira sin que la periodista (por falta de conocimiento) pudiera servir de ligne maginot de los oyentes.

Un solo ejemplo, ante la pregunta: ¿Cómo es posible que un Gobierno que va a concluir su mandato en el 2015, deje hipotecado al siguiente Gobierno aprobando unos presupuesto para el 2016? Algo nunca visto en democracia.

Respuesta de Soraya de Santamaría: (Después de un largo argumentario sobre democracia y responsabilidad) si no aprobamos los presupuestos para el 2016, los funcionarios no podrían cobrar el 1% de subida salarial que hemos previsto en los presupuestos para 2016 ¡y se queda tan horonda!!

Con la respuesta (dada por buena por la periodista) la vicepresidenta logra su triunfal mensaje: Trasladar a los sufridos funcionarios la idea de que por fin el gobierno se acuerda de ellos y va hacer un esfuerzo para compensar los años de sacrificio y además aprueba unos presupuesto para asegurarles que puedan cobrar ese jugoso 1%

Lo cierto es que la periodista tenía la obligación de desmontar la gran mentira. Lo democrático y decente sería una prórroga de los presupuestos del 2015 (como ya ha ocurrido otras veces) y si el nuevo Gobierno, decide subir la paga a los funcionarios se habilita una partida presupuestaria extraordinaria (como también se ha hecho otras veces) para hacer frente a la subida salarial de los funcionarios. Tan sencillo como eso y sin embargo la vicepresidenta salió triunfante de la entrevista, al dar por buena la periodista la respuestao mejordel PUBLIREPORTAJE que le brindó la cadena SER gratuitamente en horario de máxima audiencia.

PD. Finalizado éste artículo, acabo de escuchar que el Consejo de Ministros a aprobado un Decreto Ley por el que se habilita una partida presupuestaria extraordinaria para pagar a los funcionarios otro 0,25% en la nómina de diciembre (¡!elecciones generales!!) ¿cabe mayor cinismo?...¿dónde está nuestra ligne maginot?