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Vuelta la burra al trigo en la cuevona de Cueves

14 de Septiembre del 2015 - José Manuel Alonso Blanco (Oviedo)

La vida rural siempre ha sido dura. Se trabajan muchas horas y la rentabilidad económica es muy baja. Eso de trabajar por horas no se da en el campo, es urbano. El campo, la casería, el maíz, etcétera, van ligados a ese paisano rural, tan típico de novelas como "La aldea perdida", del gran Palacio Valdés, un lavianense ilustre.

Pero volviendo a ese pueblo singular que es Cueves del Agua, en el concejo de la bella Ribadesella. Tiene dos accesos, a saber:

1. Una pasarela sobre el río Sella comunica la N-634 (la vieja carretera de Oviedo) con dicho pueblo.

2. Una gruta natural hace lo mismo con la villa de Ribadesella, pues es la carretera local RS-2.

Es decir, Cueves (pequeño pueblo rural asturiano) tiene un acceso peatonal (pasarela) y otro rodado (gruta natural). En todos mis viajes por los 78 concejos de mi querida Asturias, no conozco cosa igual.

Además, también podemos acceder a Cueves a través del tren (Feve), pues posee apeadero con su original cantina. Es decir, Cueves es tridimensional, algebraicamente X y Z, pues se accede al mismo de tres maneras: pasarela (peatonal), gruta natural (rodado) y tren de Feve. En Cueves confluyen el álgebra (X y Z) y la química-física (el electrón). Además de ese fenómeno kárstico de disolución del carbonato cálcico por el agua, dando lugar a esa bella gruta-carretera. Cueves es la leche a la enésima potencia, siendo ese parámetro matemático que tiende a Dios, o que es Dios, según desde dónde se mire.

Comentaba en mi último artículo en LA NUEVA ESPAÑA que la historia de esta gruta natural y la de mi familia estaban ligadas. Mi padre, José Manuel, de niño ya la atravesaba con su burro y su molienda, a oscuras total. Pegaba fuerte al burro para que así iniciara la travesía; hoy quizá sería maltrato animal. Es decir, sería un niño maltratador de animales. El burro habitual con el que pasaba la cuevona se negaba en rotundo. Ni azotándole fuertemente quería penetrar en la oscuridad Todo un problema serio para mi querido padre. El sustento vital de la familia estaba en juego. Con las cosas de comer no se juega.

José Manuel niño estaba desesperado. Cómo iba a volver a casa de sus padres sin la harina de maíz, imprescindible para la familia. No había ninguna solución. El burro joven no se atrevía a penetrar en la total oscuridad. Tendría tanto miedo como yo de niño cuando atravesaba la gruta natural. Pero entonces llegó Ramón de la Huertona, con su elegante caballo. Mi padre-niño le explicó la situación que padecía y este hombre encontró la solución. Amarró el burro a la cola del caballo y así los cuatro iniciaron la travesía de la gruta sin ningún problema.

Esto me recuerda la soledad del corredor de fondo. El burro solo no iniciaba la marcha, pero acompañado del caballo no tiene ningún problema. Extrapolando me recuerda al "Contrato social", del gran filósofo Rousseau, obra que estoy releyendo en estos momentos.

Resumiendo, la cuevona es: álgebra, química-física, física-química (que no es lo mismo) y geología. Todo a la vez. Es decir, es un tótum revolútum fenomenal.

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