La hora de la verdad
Tras la demostración de fuerza de la Diada, los partidos independentistas (ya huelga definirlos como nacionalistas) catalanes se preparan para las elecciones del día 27 y para, una vez constituido el Parlament, hacer una declaración de independencia, primer paso institucional para la secesión. Eso, naturalmente, si los independentistas obtienen mayoría absoluta, cosa mas que probable, porque tienen, y usan, todos los instrumentos necesarios para ello.
Llegados a ese punto, el Gobierno de Rajoy ya no podrá seguir dejando que el asunto se pudra, como es su costumbre, y tendrá que actuar. Será demasiado tarde y España, una nación forjada a lo largo de los siglos, correrá el peligro de desintegrarse y convertirse en la nueva Yugoslavia ibérica.
El Gobierno de España se ha hartado de contarnos que actuará cuando la Ley sea vulnerada, pero, los independentistas llevan mucho tiempo vulnerando la Ley en Cataluña, bien con acciones sediciosas, o bien, por ejemplo, impidiendo que los ciudadanos que lo deseen puedan recibir la educación en castellano, el idioma del Estado, y no hemos visto ninguna actuación contundente para impedirlo.
Yo estoy seguro que llegados al punto de la ruptura el Gobierno central sacará a relucir el artículo 155 de la Constitución e incluso querrá echar mano, en un último intento baldío, de las FF AA, alegando que la Constitución les otorga el mandato de la defensa de la integridad de España. Será un brindis al Sol, porque las instituciones y el Gobierno de Cataluña no acatarán lo que diga el Gobierno ni el Congreso de los Diputados españoles y nuestro ejército no cuenta con mas de 15.000 soldados verdaderamente operativos, casi la mitad en misiones en el exterior. Solo para controlar la ciudad de Barcelona, de mas de cuatro millones de habitantes, harían falta entre 70.000 y 80.000 soldados.
¿Cómo hemos llegado a esta situación? todos lo sabemos. Durante años, los partidos mayoritarios han necesitado del apoyo parlamentario de CIU y, a cambio, dieron a esa formación política todo lo que les pidió. Incluso pasaron por alto las mordidas del 3%, una trama para financiar a los antes nacionalistas y ahora independentistas. Pasqual Maragall utilizó en el Parlament este asunto como instrumento dialéctico en una respuesta, pero ahí quedó la cosa. Todos recordamos también como Zapatero manifestó que aceptaría todo lo que aprobara el Parlament y como se hizo un nuevo estatuto de autonomía, que era anticonstitucional, para dar satisfacción a CIU y a ERC. También debemos recordar que el PSC e IC-Verds gobernaron en Cataluña junto a ERC, precisamente los que mas estaban por la ruptura con España. De aquellos polvos vienen estos lodos. La falta de seriedad es total, porque en ningún país del mundo se permitiría que inmigrantes extranjeros, la mayoría indocumentados, se manifiesten por la ruptura del Estado que los acoge, como hemos visto en la Diada.
A los independentistas se les ha permitido todo, desde la utilización grosera de la televisión autonómica y de las escuelas para adoctrinar hasta que cambiaran la verdadera Historia de España. En la rueda de prensa que, con motivo de la Diada, los independentistas dieron a los medios extranjeros manifestaron, sin pudor, que Cataluña era un país independiente hasta que España la invadió en 1.714.
La hora de la verdad ha llegado y ya no sirven llamadas absurdas a la reforma de la Constitución ni ponerse de perfil ante el gigantesco problema que los irresponsables que nos han estado gobernando, y nos gobiernan, han permitido y fomentado.
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