¿La Guardia Real invade Asturias?
Quienes hayan transitado en la mañana y la tarde del lunes 14 vía terrestre dirección Asturias habrán soportado tal vez una larga caravana de vehículos, incluyendo los especiales, con coches de mandos, con camiones diversos, con alguna armas a la vista, con los dedicados a animales y con alguna lancha de la fuerza naval, y además del entorpecimiento viario, seguramente habrán sentido curiosidad por saber el porqué de ese movimiento de tropas.
¿Únicamente la propaganda militar y monárquica avala esta parafernalia, que tiene anunciado despliegue de efectivos por todo el territorio astur?
El encargado de la comunicación, capitán Del Hoyo, no ha sabido explicar ante los micrófonos otra cosa que no sea, en efecto, un operativo publicitario. Por lo que se ve muy, bastante caro para nuestros bolsillos.
En el debate ciudadano está ya instalada la duda de si es necesario, es conveniente, es oportuno, o si sería más efectiva su propia autodivulgación, si no se vieran tanto, si no mostraran tan a las claras la acción de fuerza contra la propia población.
Más de medio millar de efectivos, una cantidad extensa de combustible gastado, sueldos significativos por el viaje, las representaciones, los propios derechos de la soldadesca que deben ser contemplados y las relaciones públicas desplegadas antes y después logran juntar. ¿Cuánto presupuesto del erario?, ¿lo preguntarán nuestras diputadas y senadores para informar transparentemente a nuestra gente?
La propaganda de guerra prepara a la gente para las guerras. Ya lo sufrimos con los desfiles militares aéreos (que añaden además ruidos asustadores de nuestros menores y mayores, y otros peligros que van anexos a la espectacularidad del exhibicionismo). Ahora con la Guardia Real.
Nos preparan, a sopapos, a golpes de espectáculo, intentando provocar el shock de la presencia de armas, de uniformes, de caballos, de fuerza de choque y mostrando la pedagogía contraria a la vida.
Muy inadecuado para este inicio de curso escolar. Muy contrario a los valores de la paz, que son los únicos que debieran apoyarse, difundirse, estimularse y compartirse en estos tiempos de incertidumbre.
No, no estamos conformes con esta invasión de la Guardia Real en Asturias ni con quienes la hayan propiciado, ni con el gasto, enorme, que podría haberse destinado a cubrir las necesidades sociales de nuestra gente más vulnerable.
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