Los mecanismos de Rajoy
Rajoy ¡si, ése, el mismo! dice que existen mecanismos para evitar que España se rompa. La verdad es que me importa un carajo todo este embrollo en el que nos introducen el presidente de la Generalitat de Cataluña, el Artur Más, y el presidente del Gobierno, Rajoy (sobre la posibilidad, legalidad o no, de independencia de esa comunidad), si no fuera porque son dos personalidades de las más importantes de este país elegidas por los ciudadanos, no para meternos en jaleos y laberintos, sino para sacarnos de ellos.
Pero, como podrán observar, creo que les interesa a ambos (Rajoy y Más, tanto monta, monta tanto) seguir con esa pérdida de tiempo y de distracción sobre otros temas que les afectan de lleno a ellos como son las ineptitudes de gestión, paro, ajustes y retroceso en nuestro Estado del bienestar tanto en Cataluña como en toda España; añádase a eso: corruptelas y financiación ilegal de sus partidos, unos con el famoso 3%, Pujol, Palau, etcétera, y los otros con la contabilidad B de Bárcenas, “Púnica” y “Gürtel”. Sin sumar aquella denuncia de Maragall sobre el 3% después de que Pujol apoyara la gobernabilidad del PSOE y del PP, sin que ninguno se enterara de nada de lo que cocinaba su socio catalán. Porque ya me dirán: ¿cómo se le permite a Mas, y sus compañeros de emancipación, que en cinco años convocaran tres elecciones autonómicas tratando de buscar un resultado positivo que los anime a emprender el camino hacia ninguna parte? Si ahora el 27 de septiembre no obtuvieran esa mayoría, ¿qué harían?: adelantar de nuevo para dentro de dos años las elecciones. ¡Ya está bien! Alguien debiera ponerlo en su sitio, que no es otro que en su casa, y desde allí que juegue a independizarse de quien quiera; pero no lo dejemos por un segundo más la plataforma de las instituciones, y seguir poniendo en el disparadero, desde dentro de ellas, las normas que entre todos nos hemos dado en la Constitución. Hay que inhabilitar al presidente Mas y todos los diputados que lo acompañan en esa macabra maniobra, no sólo por la legalidad o no de sus pretensiones, sino por dejadez de funciones y desatención de responsabilidades para el cargo que fueron elegidos y se presentaron; ya que emplean el tiempo en lo suyo, lo curioso, los mismos que están llevando a Cataluña a la ruina, que se supone adelantaron varias veces las elecciones por incapaces de llevar a buen puerto esa comunidad, pretenden gobernarla y gestionarla por sí solitos después. ¡No me dirán que no es una contradicción difícil de encuadrar!
Es curioso, llevan años cobrando y viviendo de un sistema del que quieren salirse ¡pues no haber entrado! y, ya dentro, sálganse cuanto antes; búsquense aliados y reclamen los terrenos que crean suyos, pero no pretendan apropiarse de algo que les pertenece a todos los españoles, como mínimo a la mitad de catalanes que no comulgan con sus ideas.
En nuestra Constitución no pueden existir esas diferencias de interpretación donde el presidente catalán, pueda poner sobre la mesa durante tanto tiempo formalidades no escritas. Y si está abusando de algún artículo de difícil encuadre de transgresión, el Gobierno debiera hace mucho tiempo, con el apoyo del resto de partidos, ponerlo clarito para que nadie nos siga haciendo perder el tiempo.
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