Grupos montañeros
Muchos son los que hay hoy en Asturias, con muchos afiliados, un buen prestigio y una buena historia. Y creo que en esto supera a las demás regiones españolas. Bien es cierto que tenemos las mejores montañas, por todas partes, rodeando pueblos, villas y ciudades, citando como ejemplo Picos de Europa, como su mítico Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes. Como de todos es sabido, los pioneros e iniciadores del montañismo y alpinismo en España fueron los asturianos Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa de Asturias, y Gregorio "El Cainejo", sobrenombre que le viene porque era de Caín, pero se sintió siempre asturiano, sentimiento muy arraigado en las gentes de este pueblín de Valdeón, en donde comienza la ruta del Cares, que es el cordón umbilical que une Asturias con León.
Creo que los primeros grupos que se formaron en Asturias lo fueron en Gijón: el Peñacastil y el Torrecerredo, allá por los inicios de los años veinte. En Oviedo, antes de la Guerra Civil, no tenemos más referencias que del grupo Peña Ubiña y de una sociedad deportiva –no montañera– a la que pertenecía Luis Martínez, "El Cuco", primera víctima que se cobró el coloso de Bulnes, en 1928. Hay cierta confusión sobre si el Peñacastil (1928) fue antes que el Torrecerredo, pero en lo que no hay confusión ni duda alguna es que el Torrecerredo llegó a ser el grupo más importante de Asturias, con afiliados de mucho relieve, como José Ramón Lueje, amigo muy querido, autor de importantes libros sobre nuestras montañas, mapas, rutas y una diversidad de trabajos periodísticos. Él fue el alma del GVMA (Grupo de Veteranos de la Montaña de Asturias), con el que uno bregó y colaboró intensamente. Lueje era un caballero, una gran persona, un hombre de bien, sencillo, que prestó un gran servicio a Asturias y a su montañismo.
Un grupo montañero que nació allá por los albores de los años cuarenta fue el Vetusta de Oviedo, al que luego le dio un gran prestigio y fama Jesús Quintanal, como presidente. El primero en ocupar este cargo fue Paco Alonso, con el jovial Ramonín como secretario. Buenos montañeros tuvo entonces el Vetusta –y también hoy–, entre los que recuerdo ahora a Paco Ruiz Tilve, Horacio Rivero, Feleches, Luis Pascual, Luis Arana, Julián Martín, Benedet y muchos más que nuestra memoria no recuerda ahora, pero en ella siguen como los demás. Todos ellos, los de ayer y los de hoy, son historia también del medio rural asturiano. Y sus mejores defensores.
Ricardo Luis Arias
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