La Nueva España » Cartas de los lectores » La fábula del funcionario malvado

La fábula del funcionario malvado

26 de Septiembre del 2015 - José Cuevas Yáñez (Grado)

Érase una vez una nación dónde todo el mundo era feliz, donde un nene semianalfabeto sin la ESO se ponía a apilar ladrillos y ganaba 3.000 euros al mes, dónde los ministros se entretenían encargando estudios estúpidos sobre la reproducción de la lagartija espongiforme, dónde a la oposición le regalaban trajes y se iban a puticlubs gastos pagados por el ayuntamiento de turno, dónde en el Senado se ponían traductores, dónde el mago bueno cuidaba de todos, dónde todo era feliz y feliza (por aquello de la igualdad, permítaseme la jocunda burrada gramatical.)

Pero en este bonito país no todo era perfecto, había un malvado llamado "el funcionario", vago entre los vagos, tomador de cafeses y fumador de cigarros, de trato desagradable, forrado y sinvergüenza, que vivía de lo robado a los honrados banqueros y políticos, a los honrados curritos que no defraudaban (sólo preguntaban con IVA o sin IVA). Pues bien, nuestro protagonista el aprendiz de albañil era un tierno obrero salido de un instituto con 18 años sin aprobar ni el recreo llamado Jonathan, volvió un día del tajo y decidió comprarse un BMW serie 3 con el Pack Sport, llantas, y le puso fluorescentes y un equipo de música con subwoofer y una casita pareada.

En el banco, el señor director, muy amable le prestó el dinero sin ningún problema, mejorando su petición con más dinero que también le prestó para que se diera un homenaje en la Rivera Maya.

Pasó el tiempo y un mal día a Jonathan lo echaron del trabajo, ¿con qué iba a pagarse sus vicios? Y sobre todo, ¿su BMW? Apurado fue a ver al Sr. director del banco, que, muy simpático él, no pudo ayudarle, a pesar de que se desvivía por los necesitados. El Sr. director, compungido, al ver que Jonathan no podía pagar, y que él no cobraba, fue a ver al mago bueno.

Mientras, el malvado funcionario seguía trabajando en la sombra, envidioso él de nuestro amigo, que no tiene estudios y dilapidaba los euros que ganaba.

Un buen día, a nuestro mago bueno, lo llamó papá Obama y mamá Merkel y le dijeron que esto no podía seguir así.

La solución estaba clara, salvar a Johnny y fastidiar al malvado. Le bajamos el sueldo al despreciable funcionario y ya está. Luego le quitamos una paga extraordinaria, que no pasa nada.

Secuencia: Jonathan no paga lo que debe al banco, el banco no cobra, el banco le pide pasta al Gobierno, el Gobierno se la da quitándosela al funcionario; o sea, el BMW y la casita lo paga el funcionario con su 5%. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

¡Coño, qué bonito!, hasta se me shan saltado las lágrimas, deberíamos contralos diariamente en el colegio.

Beatus ille...

Cartas

Número de cartas: 49009

Número de cartas en Diciembre: 132

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador