Los valores éticos
"Corrían los años del conocido en Francia como 'Siglo de la Luz' y en 1789 la Asamblea Nacional Francesa promulga en presencia del ser supremo y bajo sus auspicios" la "Declaración (lo que indica su proexistencia) de los Derechos del Hombre y del Ciudadano" (no incluye las ciudadanas; "error" que, corregido poco después, permitió a uno de los territorios de Hispanoamérica adelantarse en salvar el gran "olvido"). Son años que bajo el lema de "Liberté, fraternité, égalité", acompañado del himno "La Marsellesa": Allons, enfants de la Patrie, le jour de gloire est arrivé..." hacían presagiar días de felicidad, paz y prosperidad. En 1791 la Asamblea Constituyente se disolvía dando por terminadas sus labores. En 1792 la guillotina ya segaba cabezas de numerosos franceses. Proceso que se extendería rápidamente y culminaría en dos épocas conocidas como "El Terror", en las que los ejecutados se cuentan por miles y que tiñeron de sangre todo el territorio nacional. Fechas en que, también, destacados jóvenes personajes de la "Revolución" engrosaron el número de ajusticiados; entre ellos, la famosa madame Roland, (1754-1793), a quien se debe la frase, instantes antes de su muerte: "¡Libertad, libertad, cuantos crímenes se cometen en tu nombre!"; y el expresidente Robespierre (1758-1794), que un año antes consideraba esas ejecuciones como una loable aplicación de la "justicia rápida, severa e inflexible". Aquel ilusionante proyecto del inicio se había transformado en una cruel guerra fratricida, consecuencia del odio entre jacobinos y girondinos (primeros en utilizar los términos: izquierda y derecha, respectivamente, por el lugar que ocupaban en la Asamblea). Igual de poderosos y prácticamente con idéntico ideario y meta: la conquista del poder. "Finaliza esta etapa" con el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, a quien su egolatría le llevaría a "autocoronarse" como emperador, que nos hace recordar la frase atribuida a lord Acton): "Todo poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente". Napoleón murió prisionero en Santa Elena a la edad de 52 años. Ciertas "celebridades" de la España actual admiran y parecen añorar aquella época, ya que hubiesen "preferido que Francia ganase la guerra de la Independencia" Sobre la libertad, que nuestros clásicos consideraban como el más preciado don concedido por Dios al hombre, han meditado y opinado numerosos filósofos, juristas, escritores, etcétera; admitiendo su inseparable e íntima conexión con la justicia y el derecho. Si al derecho le despojamos de su componente ético, lo habremos convertido en un engendro del poder político. "La Libertad tiene un sentido más profundo que la Declaración de Derechos francesa del año 89"... "La crisis actual de valores ataca al fondo del Estado de derecho" (Adolfo Posada, 1930). Hace algo más de medio siglo el autor de "Uhuru" (libertad), nos informaba cómo entendían la libertad, en su despertar a la independencia, ciertos pueblos africanos: "Dulce holganza, licores abundantes, resolución de todos los problemas, manadas interminables de ganados, desaparición de los guardabosques para los furtivos, rebosante harén para el libertino, para el mísero granjero indígena la tierra del blanco, que pasará a su poder; para el delincuente, patente para robar, saquear y matar impunemente y violar, sin castigo, todas las reglas que fijan la conducta humana". (¿Variaría mucho si hoy analizáramos el sentir actual de la Europa "del bienestar"? No es posible construir un Estado de derecho recogiendo, aceptando y defendiendo estos planteamientos cuyo final será siempre el caos. Considero, sin embargo, que se cometería un grave error creer que a éste se llega exclusivamente por el bajo nivel cultural. La verdadera razón y fundamento está en prescindir de los valores éticos, consecuencia natural de la degeneración en las costumbres que hoy se vive. "Nunca se había caído tan bajo... No vale la disculpa de que el público lo pide. Lograr una lealtad a las convicciones es cuestión de tener un código moral y atenerse a él (Francisco Ayala). Todos conocemos la reciente historia de una nación con gran nivel cultural y científico a la que el orgullo y el "olvido" de sus dirigentes de los citados valores llevaron a un inmenso desastre. Con cierta frecuencia oímos hablar en niveles políticos de principios éticos. Me gustaría conocer qué entienden por ética. Para terminar, una brevísima pincelada de qué llegaron a entender por "égalité" en el famoso siglo: "Una carbonera le decía a una marquesa: Señora, ahora las cosas van a andar al revés: yo iré en silla de manos y la señora llevará el carbón" (Ortega y Gasset).
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