Perdóneme
Es la primera vez que no sé cómo empezar esta carta. No sé si llamarla vicealcaldesa, alcaldesa, ilustrísima señora... Yo calculo que, como usted se declara tan moderna, le puedo apear el tratamiento de señora Taboada. He leído que no le gustan los premios "Princesa de Asturias", que le resultan acartonados, antiguos y que no estará en los premios; estará donde esté su gente.
Usted, como cabeza de lista de Somos, tiene el respaldo del 19,09 por ciento de los votos emitidos. Quiero que tenga muy claro que una cosa es usted y otra es lo que representa, usted gobierna una ciudad. Yo pertenezco a un grupo de Facebook y tenemos muy claro lo que se cuelga en el grupo y lo que se pone en el muro personal de cada asociado.
Usted se declara atea. Muy bien, yo tampoco me puedo considerar creyente al uso, pero asisto a misas, bodas, funerales, etcétera, aunque sólo sea por educación. A usted, precisamente al ser atea, no debe de molestarle representar al Ayuntamiento en los actos de los ovetenses, sean católicos o mahometanos.
Permítame que haga un poco de demagogia, algo a lo que usted está acostumbrada. Mis padres nacieron en 1915, y cuando el primer golpe de Estado de 1934, lo vivieron tan de cerca que mi padre tuvo que tirarse por la ventana, pues vivía en la calle San Francisco cuando ardieron la Universidad y toda la calle. En el segundo golpe de Estado contra la República, esta vez militar y fascista, a mi padre le tocó ir al frente y mi madre trabajó de enfermera cuando los republicanos bombardearon el antiguo Hospital, sito en el campo de maniobras. Después de la guerra, trabajaron de maestros rurales de aquellos de los que se decía "pasar más hambre que un maestro de escuela". A pesar de eso, consiguieron educar a sus 4 hijos. Me imagino que su familia lo tuvo igual de difícil que la mía, puesto que su padre fue jefe de urgencias del Hospital.
Como ve, la demagogia es fácil, todos la podemos hacer.
Si usted quiere ser oposición de las decisiones de gobierno, ya sabe lo que tiene que hacer, irse con los suyos.
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