Por alusiones, señor Sánchez Ramos
Escribo esta carta esperando que su periódico la publique, ya que en su edición impresa del día 07/10/2015, en la página 4, aparece una foto mía, en la noticia del escrache de la plantilla de Recaudación hace al tripartito. Al lado de la foto se indica que Sánchez Ramos es increpado por un directivo de la empresa; nada más lejos de la realidad, ya que para nada pertenezco a la citada empresa; mi mujer sí es trabajadora de dicha empresa (hasta el 31/12/2015) y yo me encontraba apoyando con mi presencia, al igual que mis hijos, esa reivindicación.
Como bien dice su periódico, no se trató más que de una engarradiella, pero ocasionada por la actitud chulesca y desafiante del señor Sánchez Ramos; todos los concejales del tripartito (PSOE, Somos e IU) tuvieron que escuchar los pitos y bocinas de los trabajadores y sus familias (ya que curiosamente en el Pleno el señor alcalde les privó del derecho a hacerles unas preguntas, la Ley Mordaza de la que el tripartito se queja, la aplican con total vehemencia); es el derecho al pataleo, quedarán en la calle pero por lo menos protestan. Al encontrarme en primera fila, justo detrás de la pancarta, el señor Sánchez Ramos, con actitud chulesca, del que se sabe arropado por el poder, y quizá porque su conciencia le jugó una mala pasada, por la traición a unos trabajadores, salió como un toro del toril, dirigiéndose a mí me dice: "¿Qué te pasa?". Yo le increpo: "Caradura, ven aquí a defender a los trabajadores". En este fino intercambio de opiniones, un acompañante que iba con él (se puede ver en el vídeo colgado en LNE) lo aparta, con buen criterio, pero como despedida el político de pro me increpa diciéndome: "Ven aquí, hijo de puta". Examinando las diversas acepciones de un adjetivo y otro, creo sinceramente que es más acertado el mío.
Sólo me lamento de dos cosas: primero, el posible perjuicio que haya podido ocasionar a los trabajadores de la contrata para la consecución de su fin, que no es otro que el mantenimiento de sus puestos de trabajo (desde aquí les quiero pedir perdón) y por otro, el disgusto que mis dos hijos (niños llorando) se llevaron por la actitud desafiante del señor Sánchez Ramos, increpando a los que estábamos protestando.
Termino con la opinión que el señor alcalde de Oviedo, Wenceslao López, tenía del señor Sánchez Ramos no hace mucho tiempo (21 de abril de 2015) y que comparto: "Caunedo y Rivi llevan 20 años viviendo de la política y no saben hacer otra cosa". El señor Sánchez Ramos también sabe insultar.
Ánimo, trabajadores.
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