La izquierda radical ataca nuestras tradiciones
Posiblemente, después de las persecuciones de Roma, sea España el país del mundo civilizado en donde con mayor violencia se atacó a la Iglesia por parte de la izquierda radical. Es cierto que fue corrupta, autoritaria y cometió grandes atropellos en nombre de Dios, pero evolucionó, se adaptó a los tiempos, pidió perdón y, hoy, después de separarse del Estado, todos gozamos de la libertad de culto y de conciencia. Primero, el ministro Mendizábal, con el pretexto de ayudar a los pobres, expropió una gran parte de los bienes de la Iglesia, repartiéndolos después entre sus amigos, nobles y políticos. Un gran populismo y una gran mentira. Parte del patrimonio fue usado como almacén, cuartel, cárcel, etcétera, y al carecer de mantenimiento, se vino abajo. Yo, que amo y practico el arte, cada vez que atravieso el suelo patrio y veo las atrocidades artísticas derivadas de la expropiación me dan ganas de llorar. Como dicen que la Historia se repite, primero con la Revolución de Octubre y después con la Guerra Civil, se volvieron a repetir las mismas barbaridades, aprovechando el caos reinante y el desgobierno. La ignorancia, el ateísmo y el fanatismo desatados de aquella izquierda radical atacaron de nuevo, y esta vez de forma visceral, nuestros credos y, con ellos, la cultura judeocristiana, base de nuestra civilización. Catedrales, monasterios, museos, bibliotecas, universidades, seminarios, escuelas y retablos y tallas de un valor incalculable fueron pasto de las llamas. No contentos con eso, torturaron y asesinaron sin piedad a varios miles de religiosos, curas, obispos y, lo que es peor, a niños seminaristas inocentes que no sabían ni lo que estudiaban. Hoy, los descendientes de aquellos asesinos, culpan a los católicos de apoyar a Franco, y ¿qué pretendían, que pusieran la otra mejilla? Si ganaran ellos la guerra, de nuestro patrimonio no quedaría piedra sobre piedra. En la vida hay que saber ganar y perder y no se puede estar resucitando el odio entre hermanos después de que ambas partes se perdonaron y reconciliaron ante la Carta Magna.
Cuando parecía que reinaba la calma, aparece de nuevo otra izquierda radical. Predican a gritos, insultando a los que no piensan como ellos, al más puro estilo chavista, anunciando nuevos ataques a la Iglesia. ¿Qué clase de libertades nos intentan vender? ¿La mordaza de Maduro en Venezuela? ¿La expropiación de los disidentes? Anular nuestras tradiciones, belenes, Navidad, procesiones, etcétera? Lo tuvieron todo, estudiaron en la Universidad... ¿De dónde les viene tanto odio? La izquierda y el Islam se dan la mano, porque ambos son dictaduras que no respetan los derechos humanos, pero lo prefieren. ¿Dónde están los comedores sociales de la izquierda? ¿Por qué los pobres piden en la iglesia y no a vosotros? Cáritas es un ejemplo de caridad cristiana financiada por los católicos. ¿Por eso nos odiáis? Rita Maestre, aprovechando nuestra tolerancia, profanó la capilla de la Facultad. Si tan valiente es, ¿por qué no se desnuda delante de una mezquita? No tenséis más la cuerda, no vaya ser que se rompa y tengamos que defendernos como hacen los musulmanes. No encendáis de nuevo la hoguera, porque el que juega con fuego, se quema, y podéis ser vosotros los primeros en arder en ella.
Ana Rebollada
Oviedo
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