Las personas decepcionan; los políticos, no
La LNE del O6/03/2015 ya comentaba que había 23 políticos implicados en el "caso Aquagest". Cuando los políticos confunden lo público con lo privado o viceversa es cuando te das cuenta de que las personas te pueden decepcionar, pero los políticos, no, están en su línea.
El dinero público no es de nadie, decía una ministra del PSOE llamada Carmen Calvo Poyato. Parece una gran "boutade", pero es la realidad para muchos políticos.
Toda mi vida he trabajado por objetivos, en otras épocas era normal el pagarte esos objetivos con viajes; dichos viajes eran a gastos pagados, China, Alemania etcétera, pero era como resultado de haber cumplido con lo estipulado con la empresa. Lo de Aquagest, y otros que conocemos o no conocemos, es lo que en países sudamericanos llaman "mordidas", es decir, yo te doy y tú me das, que un político haga negocios particulares utilizando su cargo publico como soporte no solo debe de ser penado sino también reprobado por la opinión publica.
De nada vale si se pagaron putiferios o no, eso forma parte de la educación o no del político de turno. Los españoles estamos hartos de ver fotos sacadas de contexto, en las que aparecen políticos (incluyo sindicalistas) comiendo mariscadas o con posturas no edificantes.
Al igual que deberían regularse las candidaturas, para un presidente, un máximo de 8 años, deberíamos hacer lo mismo con los cargos intermedios de los políticos; lo malo es que si no sabemos dónde colocar tanto político después de 40 años de democracia, qué pasaría si acortásemos el tiempo de vida como persona pública.
En su momento, comenté que los nuevos regidores buscarían dossieres, facturas, que se hubieran salvado de la quema, para sacarlos a la luz antes del 20 de diciembre. Por desgracia, no me he equivocado, pero lo que es peor, es que los había. Hoy la vicealcaldesa amenaza con desvelar las más de 40 multas de tráfico no pagadas por nuestros regidores. La postura me recuerda a Felipe González cuando decía "y un huevo duro".
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