¿Solidarios?
A mi me impresiona la solidaridad que se muestra contando con la solidaridad de los demás, que ya no con la propia. Con lo de los demás es muy fácil ser solidario, hasta se puede llegar a ser muy generoso. Cuando se trata de ser solidario con lo propio, ya es otro cantar.
Tan generoso se puede llegar a ser contando con lo de los demás, que hasta pasa desapercibido el que se sea derrochador con lo ajeno y mezquino con lo propio. Esto, por lo que se ve, es fácil de realizar siempre que se recurra a la utilización de bellas palabras. Siempre habrá engañados que se dejen engañar hipnotizados.
Mientras los solidarios una vez más estén dispuestos a seguir siéndolo ajustándose el cinturón hasta que no puedan respirar, los administradores de los solidarios siguen derrochando el dinero público no el privado de ellos-, aumentando el déficit, manteniendo los gastos y hasta incluso aumentándolos, despilfarrando lo ajeno sin el más mínimo remordimiento de conciencia.
Cualquiera que tenga un mínimo de sentido social, que en verdad le importen los desfavorecidos, convendrá conmigo que la desfachatez de los que nos gobiernan se excede en demasía. Se creen con todo el derecho a hacer y deshacer con lo de los demás, mientras cuidan de lo propio con verdadero celo.
A mi me escandaliza ¿qué quiere que les diga?- que se exija mayor sacrificio a quienes ya lo están haciendo todos los días, sin poder concederse unas vacaciones, haciendo esfuerzos para llegar a final de mes, privándose de comidas o cenas fuera de casa para poder si acaso- ahorrar unas pesetillas. Y me escandaliza porque ese sacrificio no se lo imponen los que bien debieran empezar a hacerlo porque verdaderamente podrían por sus altos sueldos y dietas.
Creo que la presión social que estamos padeciendo muchos, los desafortunados de este país, es asfixiante. No sé cómo pueden dormir algunos tranquilos.
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