Negro futuro para Cataluña
Me compadezco de los millones de catalanes que estarán preocupados por su porvenir en la comunidad de Cataluña, pues de llevarse a cabo la independencia el futuro que les espera es muy negro. Hay que estar locos para emprender una aventura de esta envergadura. Todo esto está orquestado por un grupo de aventureros antiespañoles por los cuatro costados, y que meten a siete millones de ciudadanos en un barco que no llegará muy lejos. No debería el gobierno esperar a hechos consumados, tiene que actuar con rapidez y contundencia, ésta se utilizará en casos extremos, pero hay que frenar esa salvajada, porque no es otra cosa. También cabe la posibilidad de que esta amenaza de secesión se deba a la caza llevada a cabo por la Justicia a la familia Pujol, por sus desmadres de apropiación indebida de cientos de millones de euros. Quien lo iba a decir de ese viejo casposo que mientras se sentaba a negociar con los Presidentes en La Moncloa, estaba amasando una incalculable fortuna. Y por este mismo motivo me refiero al partido del gobierno en funciones, el CDC, que está haciendo más de lo mismo. Con tanta contemplación con esta gente cabe la sospecha de que no hay separación de poderes entre el Gobierno y la Justicia. De todos los casos de corrupción que se están investigando, entre ellos están los casos que incriminan al Partido Popular, la Justicia debería de actuar con la contundencia que le amparan las Leyes sobre estos delitos, muchos de ellos muy graves, y acabar con esas comparecencias que lo único que consiguen los imputados es alargar los procesos. Es imprescindible saber antes del 20 de diciembre si los imputados del Partido Popular son culpables de los delitos de los que se les acusa o por el contrario van a salir absueltos. No es admisible que el caso Gürtel lleve años de instrucción y los culpables estén en la calle disfrutando de la libertad que no merecen, aparte de disfrutar de lo que robaron. Y no solo me refiero al partido del Gobierno, en el PSOE hay dos casos pendientes conocidos, los ERE de Andalucía y el "caso Marea" en Asturias.
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