Transporte escolar en Siero
El acceso a la educación no es igual para todos. En pleno siglo XXI los docentes nos encontramos casos en los que aquellos chicos que no viven en las capitales tienen que superar más obstáculos que sus compañeros para acceder a la educación. He podido comprobarlo en mi periplo por concejos como el de Degaña, Ibias o Cabrales, situados en las alas de Asturias y condenados por ello a sufrir las malas comunicaciones derivadas del desinterés que muestran nuestros gestores por la escuela rural.
No obstante, lo que no me podía ni imaginar es que esta condena de los núcleos rurales se cernía también sobre aquellos que parecen más cercanos en el mapa pero que no lo están en la práctica, o no por lo menos para los alumnos que tienen que desplazarse todos los días desde los mismos a su centro educativo. Este curso soy profesora en el IES Río Nora de La Pola (Siero), el mismo en el que estudié en mi adolescencia y al que ahora asisto cada día para desempeñar mi trabajo. Un trabajo que consiste tanto en enseñar lengua y literatura castellana como en formar futuros ciudadanos. Precisamente tratando de aunar ambas tareas, pedí a mis alumnos que elaboraran una instancia en la que solicitaran una solución a aquello que más les preocupara. Mi sorpresa fue enorme cuando la mayoría de los escritos reflejaban una situación para mí desconocida y que tiene que ver con las dificultades con el trasporte escolar.
Para que se hagan una idea un alumno que vive a seis kilómetros tarda aproximadamente una hora en llegar al centro. Tiene que estar en su parada a las siete y media de la mañana para entrar una hora más tarde. Pero lo peor no es eso, según los chicos a la salida los autobuses se retrasan casi media hora cuando van a recogerlos por lo que este alumno llega a su casa a eso de las cuatro de la tarde sin haber comido. ¿Les parece una nimiedad? Quizá lo sea frente a lo que me relataron después: cuando les ponen autobuses demasiado pequeños algunos chicos tienen que ir sentados en las escaleras. Vamos, que como para estar hablándoles de la importancia de los cinturones de seguridad cuando algunos de ellos ni siquiera pueden ir sentados correctamente en su asiento.
Lo más sangrante es que esta situación lleva empeorando año tras año y, pese a los esfuerzos de toda la comunidad educativa del Río Nora, aún no se ha conseguido una mejora en las condiciones de acceso de este alumnado a un derecho tan fundamental como es la educación. Esa es la razón principal por la que he escrito esta carta y por la que les he animado a escribir instancias al Ayuntamiento de Siero con el fin de que sea un punto prioritario en el orden del día del próximo consejo escolar municipal. Nuestros futuros ciudadanos deben saber que es tan importante cumplir con nuestras obligaciones como reclamar nuestros derechos.
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