Jordi (Corleone) Pujol
En mi época de estudiante universitario, principios de los 70, tiempos en los que la dictadura franquista daba sus últimos cruentos coletazos (fusilamiento de Puig Antic, asesinatos de obreros en Vitoria) los estudiantes que combatíamos a la dictadura, como podíamos, teníamos entre otros referentes culturales y políticos a Cataluña.
Cataluña era para nosotros el espejo donde había que mirarse: ejemplo de modernidad, trabajadores, cultos, resistentes, de izquierdas y con una burguesía ilustrada los más europeos de las Españas . Lluis Llac, Serrat, Raimon (aunque valenciano lo metíamos en el mismo paquete) nos deslumbraban con su música y su compromiso político. Su música siempre estaba presente en nuestras manifestaciones, en nuestras protestas.
Finales de los 70, España era un hervidero de iniciativas, de nuevas tendencias, en definitiva de participación en la construcción de la naciente democracia, de búsqueda de espacios donde ejercer la libertad. En éste contexto nacieron y crecieron las sociedades, las plataformas, los movimientos de todo tipo. Sólo había una palabra maldita: España. Para poner de acuerdo a todos los movimientos de los distintos territorios había que renunciar a la palabra maldita, así surgieron las mismas con el apellido de estatales
Por entonces, ya se produjeron los primeros síntomas de decepción con el catalanismo. Empezamos abrir los ojos y a descubrir poco a poco que no había tanta vanguardia ni tanta aportación al PIB intelectual, eso sí, mucho emboltorio, mucha charlatanería, bien envuelto en el seny. Mientras tanto la toma del poder político venía de la mano de la culta burguesía catalana y cuyo referente era Jordi Pujol, quien en pocos años se convertiría en el guardador de las esencias catalanas, mientras iba tejiendo una impresionante red mafiosa para enriquecimiento personal y de su prolífera familia. Al parecer, lo que hasta ahora conocemos no es más que la punta del iceberg, para ello contó con la complicidad y el silencio de los sucesivos gobiernos centrales del PP y del PSOE, quienes a su vez ayudaron a construir el mito, sabedores de que lo necesitaban para gobernar.
Cuando se viaja por Sicilia o Nápoles, pronto se descubren los elementos y la presencia de la mafia. La mafia lo invade casi todo, pero los capos están allí, no necesitan ocultarse porque el conjunto de la población vive de alguna manera de sus efectos. En Cataluña no ha sido necesario llegar a ello, pero Jordi (Corleone) Pujol ha conseguido hacer, de cualquier investigación sobre sus sucios negocios, de los de sus hijos y los de sus compinches, una causa general contra Cataluña, envolviéndose primero en la Señera y luego en la Estelada, desde que empezó a gobernar hasta su traspaso de poderes y triquiñuelas a su delfín, Artur Mas.
Nadie se creer, a estas alturas de la película que, su delfín no haya negociado con el capo, cuando éste le nombró su sucesor, el silencio y la complicidad de sus fechorías. Ayer, el partido de Pujol-Mas, ha pagado la fianza de 250.000 euros para que su secretario general, Andreu Viloca, en prisión preventiva y a punto de tirar de la manta de todo el entramado del 3% creado por el padre del catalanismo moderno, pudiera salir de prisión. ¿Ustedes se imaginan la que se habría liado en el conjunto de España si la noticia fuese que el PP ha pagado la fianza de Luis Bárcenas para que saliera de prisión? Mientras tanto, el circo continúa en el Parlamento Catalán, con Esquerra Republicana de Cataluña (olvidándose definitivamente de sus orígenes) poniendo la mano en el fuego por Artur Mas para convertirlo una vez más en Molt Honorable de la soñada República Catalana y la CUP, a lo suyo, fieles al principio de cuando peor, mejor para construir su idílica sociedad de proletarios en permanente asamblea autogestionada, como muy bien se advierte en el título de un artículo de prensa: Independencia, pan y circo (el pan es la Caixa y el circo el Barça)
Con estos mimbres ¿alguien se imagina como sería la futura República
Catalana?...!Qué miedo!
Marcelo Noboa Fiallo
Xixón, 12 de Noviembre de 2015
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