Una nómina sin justificar
En el pleno del Congreso de los Diputados, celebrado el pasado 23 de septiembre muchos televidentes pudieron comprobar cómo más de la mitad del hemiciclo se encontraba vacío. De 350 diputados solamente asistían 120. ¿Dónde estaban los parlamenterios ausentes? Posiblemente, algunos en sus bufetes privados ejerciendo el pluriempleo y otros en tertulias radiofónicas ganando un dinero extra.
Con el sueldo que cobran estos señores, no es de recibo que se tomen el día libre simplemente porque el presidente del Gobierno esté en el extranjero y eljefe de la oposición tampoco asista. También a éste debería pedírsele responsabilidad.
Ver el hemiciclo prácticamente vacío da cierta sensación de impotencia, cuando no de indignación. pues aparte de rebajar el debate político cuando debería ser más intenso e inexcusable, dados los tiempos de crisis en los que nos encontramos, dan un mal ejemplo al resto de los ciudadanos que siguen yendo a trabajar obligatoriamente aunque su jefe esté ausente de la empresa.
No se debe olvidar que el político percibe una nómina por acudir al trabajo, aunque se llame Congreso de los Diputados, y no es admisible que un trabajador sea sancionado, e incluso, expedientado por absentismo laboral injustificado y estos ausentes diputados se vayan de rositas, sentando un precedente nada ejemplar para aquellos millones de parados que fueron despedidos sin haber faltado un solo día a su ocupación. O sea, señores diputados, que ustedes no tienen paro ni despido.
Mientras el país está atravesando dificultades de toda índole, la clase política peor pagada de Europa, según ellos, se dedica a hacer novillos. La actitud de sus señorías no puede ser más reprobable. El absentismo laboral es una de las principales lacras del mercado dle trabajo y, ellos, nuestros representantes políticos, en vez de dar ejemplo, se "retratan". ¿No deberían cumplir, asimismo, con un mínimo exigible de sesiones? Más que nada porque cobran un sueldo más que generoso por su dedicación, pero da la sensación de que muchos diputados n ose lo toman muy en serio.
Ciertamente, se acaba uno cansando de escucharles expresiones voluntaristas como que tenemos que remar en la misma dirección para sacar al país adelante. Creemos que la sociedad española ha alcanzado ya cierta madurez y sería adecuado que, ustedes, políticos de toda laya, se dieran cuenta de que no es procedente seguir tomando el pelo a los electores.
Al fin y al cabo para 2012 no falta tanto.
José Antonio Gutiérrez Glez.
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