Los daños patrimoniales y los morales
Cuando se produce un daño patrimonial, la compensación económica puede reparar en todo, o en gran parte, el daño producido. Cosa distinta sucede con el moral. La aceptación de una u otra cantidad nunca va a devolver a la persona perjudicada ni la salud, ni la confianza ni la pérdida de autoestima, etc. Es por eso que cuando un representante político declara «Los daños morales tampoco parecen tan grandes cuando se piden 48.000 euros y se aceptan 15.000, mucho menos de la mitad», causa verdadero estupor. Pero cuando vienen de Francisco Vázquez, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Ribadesella, refiriéndose a una trabajadora de la Fundación de Turismo a la que se ha reconocido ese daño, se le está causando un perjuicio moral irreparable a la izquierda que dice representar.
Bochorno y vergüenza ajena he sentido al leerlas. Alguien dentro o fuera de su partido debe pedirle que rectifique. Por lo pronto, le pido disculpas a Charo Fernández, en nombre de aquellos que aún creemos que la política e ideología de izquierdas protege a los trabajadores/as.
Declaraciones como éstas no las hubiese atribuido ni al mismísimo Berlusconi. Ya lo dijo nuestro Antonio Machado es de necios/ confundir valor con precio. ¿En cuánto tiene tasada su moral, camarada, compañero?
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