La Nueva España » Cartas de los lectores » Crespones, lazos y velas

Crespones, lazos y velas

19 de Noviembre del 2015 - José Luis Peira (Oviedo)

Cada vez que una noticia dramática asalta a la actualidad sucede lo mismo. Una explosión de símbolos, divisas, elementos superfluos que sugieren que emocionalmente estamos vinculados al suceso. Después, nada. Podríamos estar en una etapa de banalización en cuanto a nuestra relación con los acontecimientos, parece que las conciencias se calman con el placebo de un lacito así o una velita allá.

Hace unos meses, por ejemplo, la gente se echaba baldes de agua por encima no estoy seguro de con qué fin. Ni si sirvió para algo más que rellenar minutos de guasap o tuiter. Todos lo pasaron bomba y surgieron divertidas imágenes que nos hicieron reír. Si la idea del lanzamiento viral era otra desde luego que casi nadie lo consideraba estamos ayudando a la leprocancerosis dirían algunos a la globulalgia patógena afirmarían otros. El caso es que más o menos se sabía que era para ayudar en la lucha de una enfermedad rara. Nada menos comprometido y más cómodo que echarse un cubo de agua y unas risas para colaborar con el mundo. Es que me parto.

Ejemplos a miles, si los quieren. Podemos ponernos un pin, una insignia en la solapa, una imagen en nuestro estado hasta que vayamos con la pandilla a hacer una paella y la sustituyamos por una foto divertida alrededor del arroz. Entretanto esos gestos puede que actúen como el soma de nuestra conciencia, una píldora sencilla de tomar y encima nos hace solidarios. Qué bien. Luego tiramos colillas al suelo o consentimos que golfos ilustres manejen las instituciones. Un trocito de tela gris marengo o fucsia pasión y ya estamos en contra del exterminio del lagarto de El Hierro o a favor de los negritos del África Tropical. Luego voy de rebajas a la cadena esa que tiene niños esclavizados cosiendo en Cutrestán del Sur.

El uso superficial de estos elementos mete debajo de la alfombra la responsabilidad que como sociedad nos debemos cada día. Tenemos la suerte de vivir en el mundo occidental, lleno de imperfecciones sí, pero tan poderoso que arma a sus enemigos. Podemos votar cada cierto tiempo y el régimen de libertades por el momento nos permite alguna capacidad de mejora. Si arrojamos el voto en la urna cuando toca y nos colgamos un pin cuando dicen no estamos actuando como individuos libres con opciones sino como cacatúas que se limitan a repetir lo que oyen alrededor sin juicio ni actitud crítica que es lo que en definitiva nos consiente mejorar.

Aspirar a un mundo mejor no es una consigna, ha de ser una necesidad vital y hasta una obligación. Hay a nuestra disposición valiosas herramientas que suelen llamarse derechos y deberes, eso nos emboca en un espectro inmenso que al menos requiere pequeños esfuerzos; desde no escupir al suelo hasta sacar de las instituciones a los sinvergüenzas, a los inútiles o a los malvados. Si nos pensamos que con un lacito o un crespón en nuestro estado de Facebook somos mejores o vamos a cambiar algo estamos apañados. Digo.

Cartas

Número de cartas: 45270

Número de cartas en Mayo: 114

Tribunas

Número de tribunas: 2045

Número de tribunas en Mayo: 7

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador