La corrupción y la crisis
Estos son los dos asuntos de los que mas se habla en España, no tanto entre la gente, que tiene preocupaciones mas importantes, en lo inmediato, como llegar a fin de mes o encontrar trabajo, como en los medios de comunicación. Pero, ¿no están los problemas particulares que padecemos directamente relacionados con la corrupción política y la crisis del sistema que padecemos?. Seamos claros, en nuestro país, alrededor de los partidos políticos, existen mafias, perfectamente organizadas. Unas manipulan, adoban, o dan prioridad a la información según criterios políticos poco éticos, otras, a cambio de financiación ilegal, obtienen recalificaciones y contratas, o, como los sindicatos (antes llamados de clase), que se han vendido al poder a cambio de que les permitan y faciliten organizar chiringuitos como la formación de los parados donde, entre colegas, se reparten el dinero de los contribuyentes. El PSOE batió todas las marcas de la desvergüenza con el gobierno de Felipe González, donde salíamos a escándalo diario. Ahora, el ex-presidente es un gran estadista. El mismo que nos dijo, mintiendo, que para estar en la UE había que entrar en la OTAN, el mismo que ahora defiende las centrales nucleares cuando fue el artífice de la moratoria nuclear, que llevamos mas de 20 años pagando en el recibo de la luz. Pero bueno, ¿no se acuerdan cuando el señor Solana, D. Javier, se manifestaba contra la Alianza Atlántica y, como saben, acabó siendo su Secretario General?. Es esta gente tan seria la que pretende despistar a los ciudadanos, con el culebrón valenciano, evitando que los españoles centren su atención en el desastre económico al que el gobierno de Zapatero nos ha abocado y, de paso, cargándose, si pueden, cualquier posible alternativa. ¿Hay corrupción en el PP?, por supuesto, se lo puedo asegurar porque lo he vivido en primera persona, y sin ir tan lejos como a Levante, pero no más de la que hay en el PSOE o hubo, cuando estaba en el poder, en CIU (¿se acuerdan del 3%?). Los populares no tienen razón cuando acusan a la policía a los jueces o a la fiscalía de una conspiración, pero sí debieran exigir que se investigara a todos por igual. La corrupción ha llegado, a unos altos niveles de sofisticación. Lo corriente no es que alguien se lleve el dinero en un maletín, aunque algún caso se ha visto, sino que, después de años ocupando los gobiernos de los ayuntamientos y las CC AA, se han establecido unas redes de intereses donde se entremezclan favores y trapicheos de todo tipo, al margen de la ley, pero muy difíciles de demostrar si no se hace una investigación exhaustiva. Se trata, pues, de que si queremos hablar en serio de este asunto hay que llevar al Parlamento una ley que entre en los pormenores de lo que se puede o no hacer, establezca penas muy severas para los corruptos, crear una fiscalía especial y dotar a la policía del personal especializado imprescindible para entrar a saco en estos nidos de víboras. Los ciudadanos debemos centrar nuestra atención en la crisis económica, cuya principal causa es la sobreproducción de los países industrializados, en quién y como la está gestionando, pero, sobre todo, en la crisis existencial de un sistema que pretende hacer ligeros retoques, pequeños cambios, para que, en realidad, nada cambie, mientras, el planeta agoniza y ya hay mas de 1.000 millones de personas que, diariamente, pasan hambre.
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